Kprf.r | Traducido del ruso por Íñigo Aguirre
Intervención del líder comunista ruso Guennadi Ziugánov ante los medios una vez terminada la ceremonia:
Les felicito a todos por el natalicio de Vladímir Ilich Lenin. En el planeta son muchas las figuras famosas, pero pocos los genios. Lenin es uno de esos científicos, políticos, publicistas y hombres de Estado, con una agudeza sin par en el mundo. Muchos fueron los que intentaron mejorar la vida de la humanidad, pero pocos los que lo consiguieron. Lenin fue el primero en la historia en proponer construir el reino de la justicia, pero no en los cielos, sino en la tierra, donde el trabajo, la amistad, el respeto por los niños las mujeres y los mayores, determinaran la esencia misma de la política del Estado.
Lenin fue el primero en el mundo en crear el partido del pueblo trabajador, que supo repeler la invasión del Entente, crear un poderoso Ejército Rojo, dar forma al plan GOELRO y a la NEP, y realizarlos en la práctica. Lenin fue el primero, quien incluso en las condiciones de la guerra civil, propuso crear un Estado que se guiase por los lemas principales: “Paz a los pueblos, pan a los hambrientos, tierra a los campesinos, fábricas a los obreros, el poder a los Soviets”. Y él puso en marcha ese programa.
Lenin supo fundar un partido capaz de aglutinar a todos los pueblos que se estaban desgajando del Imperio ruso. Él comprendía perfectamente que el capitalismo era incapaz de hacer frente a la tarea de preservar la integridad del país. Comprendía que el Imperio ruso había llegado tarde a la mesa del reparto del mundo y estaba siendo obligado a luchar por el dinero de los banqueros de Londres, Paris y Nueva York. Lenin propuso reunir a un país que se estaba desintegrando, pero no sobre la base del nacionalismo ruso o del ideario imperial, sino sobre la base de la justicia, de la amistad de los pueblos y la unidad de las gentes del trabajo. Y ese imperio en descomposición resurgió en forma del poderoso Estado soviético unido.
La modernización emprendida por Lenin y Stalin aportó al mundo durante 30 años descubrimientos que lo dejaron asombrado. El país supo crear una tecnología puntera y aplastar al fascismo. Supo salir al espacio y crear la paridad nuclear, que nos sigue protegiendo hasta nuestros días.
Estoy convencido de que todos los pueblos sabrán reconocer los logros de Lenin y Stalin. Hoy esos pueblos están viendo como el globalismo norteamericano, después de acabar con Yugoslavia, dividiendo y destruyendo Irak, arrasando Libia, se ha propuesto seguir modelando el mundo de acuerdo con sus ambiciones imperiales. Pero de nuevo han topado con la resistencia de las fuerzas progresistas.
Hoy en nuestro país se enfrentan dos tendencias. La primera de ellas es la patriótica, que nos ha permitido recuperar Crimea y aplastar a las hordas de terroristas en Siria. Esta tendencia es la que nos permite hacer frente a la agresión de la OTAN y reforzar la capacidad defensiva de nuestro país. Existe también la tendencia liberal especulativa, que sigue la senda del latrocinio emprendida por Yeltsin y Gaidar. Sigue empeñada en vender hasta la última propiedad pública, provocar un alza de los precios, cargar con más impuestos a la población, para terminar de saquearla. Esa tendencia es bien visible en la composición del actual gobierno liberal, que no hace otra cosa que continuar aquello que empezó Yeltsin en el 91.
Hoy se han atrincherado en los Urales. Allí se ha creado el denominado “Centro Yeltsin”, que es mayor en superficie que el Palacio de invierno. Pienso que todos los zares se revolverían en sus ataúdes si supieran la cantidad de dinero que han gastado en esa aberración que predica la traición, la violencia y todas las ignominias imaginables. Si van a verlo se quedarán con la boca abierta. Allí siguiendo las instrucciones de sus instructores de la CIA han preparado una exposición, donde toda la historia milenaria de nuestra patria está presentada como una cadena de crímenes. ¿Acaso un pueblo que ha salvado a Europa tres veces a lo largo de mil años, que ha salvaguardado al planeta del fascismo, que se abrió camino al espacio y fundó el primer Estado de justicia, es merecedor de tener un edificio como ese en los Urales, columna vertebral de nuestro país?
Estoy convencido de que esa línea no logrará su propósito, de que se impondrán el sentimiento patriótico y esas bases de justicia que sentó Lenin y continuó Stalin. Nuestro partido es fiel a esas tradiciones. Para nosotros, como antaño, la única clase privilegiada deben ser los niños, las mujeres y los mayores. Hemos propuesto un programa de diez puntos para sacar a Rusia de la crisis. Lo presenté recientemente durante el informe del gobierno al parlamento y lo he enviado a todos los dirigentes del país: al presidente, a los miembros del Consejo de Seguridad, pasando por los gobernadores y presidentes de las cámaras legislativas. Estoy convencido de que encontrará respaldo. Es un programa de creación, de apoyo a la gente con talento, a aquellos que quieren estudiar dignamente y trabajar honestamente para vivir en un país educado, inteligente, patriótico y próspero.