La mayor parte de la gente padece glosofobia, el concepto que define el miedo a hablar en público y aunque pueda parecer que es imposible de superar, puesto que se trata de un miedo muy arraigado, lo cierto es que contando con la ayuda de profesionales reputados se puede conseguir adquirir una mayor confianza a presentarse ante el público y hasta poder exponer tesis o presentaciones de cualquier producto o servicio con éxito.
Para hablar en publico es preciso seguir una serie de pautas. La primera es conocer a fondo el tema del que se va a hablar, ya que el conocimiento imprime seguridad. Al hablar ante muchas personas, pero también puede pasar si se tiene que hablar ante una sola; -un jefe, por ejemplo-, solemos perder el hilo del discurso a cuestas con la ansiedad de la situación, pero si se conoce bien el tema del que se está hablando se puede recuperar fácilmente el hilo.
Los ponentes de cualquier tema también deben de estudiar qué preguntas pueden hacer los que le están escuchando, de este modo se sentirán más seguros. La organización es siempre imprescindible y en el caso de exponer temas, hay que partir de una buena estructura.
Hay que practicar mucho antes de hablar en público, la base del trabajo de los cursos de oratoria
Para llevar a cabo una entrevista de trabajo o para hablar en público, tener un pequeño papel a la vista con la estructura general del tema a exponer puede ser de gran ayuda.
Hay que practicar mucho antes de hablar en público y esta es la base del trabajo de los curso de oratoria, que llevan a cabo las personas que se sienten incapaces de vencer el miedo a hablar en público pero también los que tienen facilidad para hacerlo.
Para que una presentación vaya bien, hay una pauta imprescindible, visualizar que ha ido bien. Un pensamiento positivo ayuda a vencer las dificultades, mientras que los negativos no hacen sino bajar el ánimo.
Hay que centrarse en lo que se va a decir y no en la gente que se tiene delante, cuanto más concentrados estemos en lo que vayamos a exponer, menos serán los nervios.
Hay quién toma calmantes para poder hablar sin trastabillar pero si se trata de profesionales que deben de trabajar mucho con la palabra, lo mejor es llevar a cabo un cursos de oratoria, el arte de hablar con elocuencia.
Lo natural vende más
¿Qué se trabaja en los cursos de oratoria? En estos cursos se aprende a gestionar los nervios, convertir una experiencia para muchos frustrante de antemano en algo gratificante, mejorar el lenguaje tanto verbal como no verbal, aprender a hacer el diseño de las propias presentaciones y a escribir los discursos propios e identificar habilidades y puntos fuertes.
Hay quien ya tiene el talento innato para hablar en público, pero estos son casos excepcionales de los que la historia nos da cuenta, tal fue el caso de Winston Churchill, el primer ministro británico capaz de encender a las masas con sus discursos.
En la historia actual encontramos a un magnifico orador, Barack Obama, el ex presidente de los EEUU, un político emotivo y carismático en sus discursos que llegaba a personas que incluso no compartían sus ideas políticas. Actualmente estos políticos cuentan con asesores, coachings y distintos profesionales que trabajan para mejorar el modo cómo se comunican con los demás.
Todo lo que hacen o dicen es estudiado al milímetro, sin embargo, estamos en un periodo histórico que lo que vende, lo que llega al gran público, es la naturalidad en el discurso.
Tras décadas de encorsetamiento donde las formas triunfaron por encima del contenido, hoy vende lo natural, pero esto no deja de ser una apreciación subjetiva que no todos comparten del mismo modo.
Los políticos españoles, según un análisis de foniatras y profesores de oratoria de la Universidad de Surrey en Inglaterra
Los políticos españoles también tienen asesores en oratoria pero no todos pasan la prueba de fuego, que es el análisis de expertos de otros países en foniatría y oratoria que no están vinculados a ningún ideario y por ello no crean lazos de empatía con ellos al examinarlos.
El que aprueba con menos nota es Mariano Rajoy ya que tiene un claro y notable problema de dicción, entona de modo muy monótono y se hace farragoso. Pedro Sánchez es el que tiene la lección de oratoria más aprendida y desde el punto de vista técnico es el mejor. Tiene una voz grave y segura, estructura su mensaje y cuenta con una gestualidad disciplinada, pero le falta corazón, no llega a la gente o lo hace solo desde un punto de vista formal.
Albert Rivera es un orador nato, ya que desde muy joven sobresalió por esto, pero tiene una voz aguda que no le ayuda a comunicar. A pesar de que estructura muy bien su mensaje a veces parece como ido, esto forma parte de su carácter y no siempre es bien apreciado por los demás, sin embargo es el que parece contar con más favor de la gente y es capaz de responder a todas las preguntas que se le hagan fuera de contexto.
Pablo Iglesias, como profesor universitario que es, usa mucho la comunicación didáctica y puede resultar repetitivo. Demasiado contenido en sus discursos acaba lastrando esa naturalidad que trata de evidenciar. Su pose encorvada y un movimiento exagerado de labios no le ayudan a comunicar, pero es el que cuenta más cosas en menor tiempo, todo esto según los expertos mencionados, foniatras y profesores de oratoria de la Universidad de Surrey en Inglaterra.
Aprender técnicas de oratoria está al alcance de todos
En un mundo donde la comunicación es lo más importante, los profesionales conscientes de ello realizan este tipo de cursos y una vez concluidos no solo encuentran una gran mejoría en el aspecto profesional, si no que todo lo aprendido también hace mella en el plano personal, ya que lo que se mejora es la comunicación en sí y esta está presente en todas las áreas de la vida.
Y si a algunos no les bastan las técnicas, se deberán de trabajar las emociones y para ello hay coachings expertos que se sirven de la Programación Neurolinguistica para ayudar a sus clientes a ahuyentar de sí estos miedos que paralizan y a hasta a encontrar placer en hablar en público, algo que solo unos meses antes les producía una excesiva fobia.
Imposible no mencionar que la agencia de comunicación que lo logra y cuenta con muchos casos de éxito es el Trampolín, presente en Barcelona y Madrid y que trabajan de un modo ameno, realizando asesoramientos totalmente personalizados para cada caso, porque una cosa es que alguien quiera vencer el miedo para exponer presentaciones de productos y servicios y algo muy distinto es asesorar a grandes empresarios y a políticos en su día a día.
En lo que todos estamos de acuerdo es en que algo mal presentado no llega a ninguna parte por bueno que sea, y que la palabra sigue siendo la mejor herramienta de comunicación humana y hay que hacer un uso adecuado de estos aspectos si se quiere comunicar con precisión.