Todos tenemos en el grupo de amigos a ese soltero/a empedernido/a con una vida social agitada, a quien nunca le falta plan ni gente con quien llevarlos a cabo, cuyos fines de semana son fiesta y no parar en casa, cuyas noches se cuentan por conquistas.
Verlos en acción es como meterse en un capítulo de Sexo en Nueva York y, en cierto modo, despiertan la admiración, el interés o la envidia de quienes no llevan un estilo de vida ni medio similar. Entre otros motivos, porque tienen una pareja estable con la que comparten, entre otras cosas, trampas.
Que se haya creado esa imagen de falta de libertad, de diversión y exceso de rutina en torno a las parejas, en comparación con quienes practican de forma permanente la soltería, ha contribuido a la evidente falta de compromiso de los jóvenes en la actualidad.
Las personas nacidas entre 1980 y 2000, según el blog de Scientific American, muestran menos predisposición a comprometerse que generaciones anteriores. Entre los motivos que podrían explicarlo, analizados por la escritora Elizabeth Landau, se encuentra el exceso de opciones y de alternativas en la vida a la formación de una pareja estable (y una familia después), la proliferación de las webs y apps de citas o la tendencia a vivir en casa de los padres por más tiempo.
Es cierto que el contexto social ha cambiado, pero esa preocupación por mantener en un segundo plano las emociones o las relaciones sanas y duraderas no tiene sentido. Más aún alegando el deseo de no renunciar a la libertad, porque enamorarse y tener pareja no tiene por qué significar hacerlo. Hay muchos motivos por los que se lanzarse sin dudarlo en los brazos del amor.
Para inspirarse
Si el amor no inspirase, jamás hubiéramos escuchado una canción emocionante, no hubiéramos visto un cuadro que se queda para siempre en la memoria, ni habríamos sido testigos de gestos que ablandan el corazón de cualquiera. El amor es arte, es hacer lo inimaginable.
Las redes están llenas de versos cortos súper originales, sean propios o ajenos, pero profundos y sinceros. Porque, de forma independiente a cuándo o cómo termine la relación, lo que se sentía en el momento de plasmar esos versos cortos superoriginales parecía lo más real, los más apasionante y lo más intenso que nos había pasado nunca. Es un episodio habitual cuando se es adolescente, pero lo de compartir versos cortos superoriginales es cosa también de adultos que están queriendo.
Para descubrir nuevas aficiones
Un día tu vida es cazar las nuevas tendencias para lucirlas el sábado por la noche, y el otro es pasar horas y horas jugando a alguno de los juegos de friv. O a varios, que friv tiene para todo el mundo. Y sin que te hayas dado cuenta, sin ceder ni una pizca de felicidad en ninguna de las dos opciones.
Una pareja bien compenetrada desea pasar tiempo de calidad, y eso implica, en muchos casos, compartir aficiones que antes eran comunes o no. Desde este punto de vista, el amor suma, es capaz de convertir en un senderista experimentado a quien veía entornos naturales solo a través de los documentales, hacer un melómano de quien no había pasado del reggeaton y el perreo de discoteca (sin restar mérito al género) o un apasionado al fútbol de alguien que no sabía qué era un saque de banda.
Para tener más cosas que celebrar
Como ni quien no quiere la cosa, la pareja se ve sentada en un restaurante de cocina fusión (sí, también se han convertido en “foodies”) tras completar su primer mes juntos, haciendo una escapada de fin de semana para celebrar el primer año, comprando una botella de buen vino porque han encontrado casa de alquiler y preparando el día de su boda. Los éxitos de uno son los del otro, y también se celebran.
El amor da más motivos para celebrar porque invita a compartir momentos, y no solo en pareja. En torno a la soltera empedernida, por ejemplo, no se buscarían opciones de celebrar despedidas de soltera con una agencia organizadora en León.
Porque, seamos realistas: hoy día las despedidas de soltera originales, sean en León o en Madrid, sean con gymcana o con fiesta hasta las tantas, dan más motivo para dar el paso. Al fin y al cabo, las bodas ya no son imprescindibles como paso previo a convivir o formar una familia, sino el medio de pasar un día inolvidable con seres queridos que también quieren celebrar el amor.
Para mejorar la salud
La ciencia ha demostrado los beneficios que tiene el amor sobre la salud de la pareja. Quien está enamorado segrega endorfinas que aumentan la sensación de felicidad, manteniendo alejada la sensación de tristeza o la depresión. También se rebajan los niveles de tensión.
La producción de dopamina, oxitocina y norepirefrina aumentan en tal estado, lo que contribuye a disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Siempre y cuando, claro, se lleve una vida saludable.
También mejora el aspecto físico, al rejuvenecer la piel por el aumento de los niveles de estrógeno, que también ayudan al cabello y las uñas. Si alguna vez has oído que alguien se le nota en la mirada que está enamorada, que le sienta muy bien el amor o que se ve más guapo, es por este motivo.
El amor también mejora la autoestima porque nos hace sentir deseados, importantes para alguien. Eso tiene un impacto positivo a nivel emocional, a lo que se une la sensación de más vitalidad a la que contribuye la melatonina.
Para aportar cosas buenas a los demás
La sensación de felicidad que una persona tiene cuando está enamorada contribuye a que se muestre más alegre y optimista, más agradable. Las menores frustraciones y cabreos se notan, y eso ayuda a crear una atmósfera en torno a uno mismo más amable y cómoda para sí y para los demás.
Con el desamor sucede todo lo contrario, pero el miedo a sufrirlo no debe ser un impedimento para entregarse a la experiencia del amor. Al fin y al cabo, ¿cuántos vidas crees que vas a vivir?