Esta bailarina de origen italiano se contagió del Tango Salón después de prepararse de manera ardua por diversas exigencias académicas. Es así como en su biografía cuenta, que comenzó sus pinitos en los estudios de danza clásica en 1991 cuando la joven entusiasta franqueó la escuela de María Armanini, toda una cátedra en la materia.
Descubrir el Tango
A los 24 años Francesca se identificó con el Tango argentino en Roma. Ardía la capital de Italia con la presencia de connotados bailarines, lo que representó una excelente oportunidad para que la joven mantuviera un contacto privilegiado con artistas fuera de serie.
Roma era el escenario para que resonaran los nombres de afamados maestros del baile. Se mencionaba a Sebastián Missé y Andres Reyero, a Sebastián Arce y Mariana Montes, Sebastian Achaval y Roxana Suárez y Roberta Beccarini y así convergían otros artistas de talla internacional.
Formarse al calor de una enseñanza exigente significaba dar lo mejor de sí, con la pasión que apenas brotaba y que luego conformaría la presencia de una artista que prometía deslumbrar con su talento.
Ser una bailarina clásica no es una tarea fácil, pero menos lo es recorrer el camino de un baile de a dos como el Tango. Todo un reto.
De Roma a Barcelona
Francesca Vaccari en 2011 decide hacer las maletas e irse a Barcelona.. En la ciudad condal con gran sorpresa descubre las enseñanzas de Joaquín Torres, bailarín argentino de Tango Salón, especialmente apreciado por su didáctica, que la prepara a fondo en esta disciplina.
Las ganas de seguir aprendiendo no se detienen entre los años 2011 al 2017. Ella va de un país a otro de Europa. Sigue estudiando, quiere ser una mejor bailarina y en ese deseo se concentra. Baila, desea perfeccionar un arte que la apasiona, no le da tregua al cuerpo, consolida el ritmo, la cadencia y la actitud que todo buen bailarín debe poseer.
Tango argentino
En esos años, viaja a Argentina, tierra del Tango, donde son célebres las canciones de Carlos Gardel y suena el bandoneón de Piazzolla.
Bailar resulta seductor, bajo esta dirección se encamina a formarse con maestros que la motivan a perfeccionar el baile para la pista y para el escenario. Resultan inolvidables las clases con Sebastián Jiménez, Rubén y Sabrina Véliz, Alejandro Aquino, Natalia Hills, Verónica Salmerón, Elina Roldán, Fernando Carrasco, Francisco Forquera, Jimena Hoffner, Carolina Buenaventura y otros artistas que le entregan una formación sólida.
Docente de baile
En 2015 el reto no sólo es bailar, sino enseñar lo que ha aprendido durante todos estos años. Bajo esta orientación es invitada a dar clase en Aquelarre Tango, la que fue por esa época una milonga muy concurrida de Barcelona.. En 2016 enseña Tango Salón esta vez en Maragata Club de Tango, lo que antes era Aquelarre.
Pero llega 2017 y abre las puertas de un estudio de tango en Barcelona, espacio propio que ha denominado El Puntazo Estudio de Tango.
Este extraordinario lugar para la enseñanza encierra una propuesta original y didácticamente estructurada. Proyecta la participación de maestros de baile, quienes compartirán sus enseñanzas y le proporcionarán calidad a la oferta formativa.
En este novísimo espacio Francesca Vaccari está interesada no únicamente en dar clases de Tango, sino en entregar herramientas que ha cultivado y que la han convencido que son necesarias para todo bailarín, como la conciencia corporal y la armonía con uno mismo y con los demás, en tanto que los recursos didácticos que expone fueron adquiridos en su desempeño como profesora en el área de idiomas.