No cabe duda de que el marketing con influencers es a día de hoy un factor decisivo dentro de una estrategia general de marketing. Los influencers son para las marcas la solución a los principales problemas que pueden tener en sus campañas.
Estos influencers lanzan una serie de mensajes que suelen ser percibidos como más relevantes que los que se ofrecen con otros formatos publicitarios, y suelen llegar a los consumidores con bastantes menos problemas que los que se encuentran en general las marcas.
Ni vale cualquier influencer, ni cualquiera quiere a una marca
Esta probablemente sea la primera regla del marketing con influencers, y la más básica. No conviene dejarse llevar por lo que la competencia está haciendo, ni por lo que en un primer momento se está viendo.
Es decir, no se trata simplemente de que la persona con la que se va a trabajar tenga un influencer en su biografía en una red social. El influencer tiene que adaptarse a la estrategia de la empresa, y a sus objetivos. Lo que se espera de él es que cumpla un fin, y llegue a aquel nicho de mercado al que se desea.
Influencers y marketing: un binomio que solo funciona si hay conexión
Por otro lado, el influencer tiene que estar cómodo a la hora de trabajar con una marca. Según un estudio, el 44% de los influencers necesitan que tanto la marca como sus valores vayan acorde con ellos para aceptar el trabajo. A lo que hay que añadir que un 73% reconoce poner más entusiasmo cuando crea contenidos para una marca si esta les apasiona.
La forma en que las marcas trabajan con los microinfluencers ha sido el tema sobre el que versó la ponencia que Ismael El-Qudsi, CEO de SocialPubli.com, dio hace unos días en Festival of Media Global.
SocialPubli.com es una compañía que surge en 2015, como herramienta para diseñar campañas en las que los influencers, sean del tamaño que sean, pudiesen colaborar con las marcas por dinero.
En un mundo cambiante como el actual, las redes sociales constituyen medios de comunicación, y quienes se desenvuelven en ellas actúan como prescriptores. A lo que habría que añadir el hecho de que la gente cada vez deposite menos su confianza en la publicidad de corte tradicional.
El influencer está de moda, pero su sentido viene de una práctica muy antigua
El CEO de SocialPubli.com pone el siguiente ejemplo: antes, cuando había que comprar un coche, la gente confiaba en el boca a boca, en la lectura de artículos y en las recomendaciones de famosos tanto en la televisión como en las revista. En la actualidad, las compras se hacen en base a los consejos de una persona que puede ser un amigo, un familiar e incluso la madre de quien realiza la compra.
De modo que el boca a boca sigue ahí, aunque ha cambiado de forma. De hecho, se trata de una tendencia que ha crecido sobremanera a lo largo de los últimos años. Destaca Ismael El-Qudsi que: “Antes te fiabas de las recomendaciones de personas que conocías. Ahora, con la llegada de internet confías en las recomendaciones online“. A lo que añade que: “La gente que se ha hecho famosa en la nueva era 2.0 es gente muy normal. Ahora todos somos influencers”.