Tomar la decisión de poner fin un matrimonio, puede ser una de las decisiones más importantes a las que se enfrenta una persona en la vida y que de una manera u otra, afectará durante muchos años, especialmente si tiene hijos. Y aunque no hay una respuesta fácil a la pregunta: ¿Debo divorciarme? Hay ciertos signos y cosas a considerar que pueden ayudar a decidir si se debe seguir casado o cuándo dejar el matrimonio.
Si una persona puede decir honestamente que ha hecho todo lo posible para salvar su matrimonio y todavía siente que no hay esperanza de la reconciliación, lo más probable es que sea una de las mayores señales para divorciarse. Conocer todas las opciones disponibles para el divorcio y saber cuál funcionará mejor para la situación y cuándo es el momento de divorciarse, es un gran paso para contratar a un abogado que conozca cómo solucionar tal situación.
¿Cuándo contratar a un abogado de divorcio?
Los divorcios disputados ocurren cuando la pareja no logra llegar a un acuerdo en la custodia de los hijos, la división de las deudas, la propiedad y la manutención del cónyuge y de los hijos. Lo cual significa que deberán acudir a un abogado para resolverlo. Por lo tanto, asumir una batalla de estas sin un abogado de apoyo, puede ser difícil y de alto riesgo.
No todos los casos de divorcio son iguales, algunos suelen ser más complicados que otros. En muchos casos, no contratar un buen abogado puede poner en riesgo el futuro financiero o los derechos de un padre. A continuación, se explican algunas razones en las cuales es necesario contratar un abogado de divorcio.
Para las personas con deudas o activos significativos: mientras más extensos sean los bienes y deudas, más beneficios traerá la asesoría de un abogado. Los acuerdos de divorcio pueden tener serias consecuencias fiscales para las cuales un abogado puede ayudar.
Puntos clave a tener en cuenta al buscar un buen abogado de divorcios
Saber cómo elegir un abogado de divorcio que proporcione el asesoramiento jurídico necesario, a un precio que se pueda pagar y ser el adecuado para la situación, no es fácil. A continuación, algunos consejos para guiar una mejor búsqueda.
- La primera decisión que se debe tomar es qué proceso de divorcio se va a utilizar. Es importante decidir si se desea utilizar la mediación, el litigio, el divorcio colaborativo o el divorcio cooperativo, y buscar a un abogado que se especialice en este tipo de divorcios.
- Si la persona tiene muchos activos, compañías propias, o una situación financiera complicada, entonces necesitará un buen abogado experimentado o una firma de abogados que entienda de finanzas y esté equipada para llevar un proceso complicado. Pero si el matrimonio fue corto, no tuvo hijos, no hay bienes inmuebles ni está dividiendo ningún plan de jubilación, entonces es posible que pueda arreglárselas con una simple consulta con un abogado.
- Nadie quiere pagar miles de euros o más a un abogado de divorcio. Por eso es importante equilibrar el nivel de servicios legales que se necesita, con el precio de los servicios que se puede pagar.
- La mejor manera de encontrar un buen abogado de divorcio es, fue, y probablemente siempre será, el boca a boca.
- Entender el papel del abogado. No son psicólogos ni consejeros emocionales o terapeutas, ellos están para ayudar a la persona a obtener asesoramiento legal. La meta principal es usar al abogado y avanzar en la disputa del matrimonio de forma justa y equitativa. Por lo tanto, los principales puntos que se deben tocar con él son sobre dinero, bienes inmuebles, custodia de los hijos y otras inversiones. Lo demás que se hable como discutir acerca del matrimonio y la historia de la relación, puede aumentar la remuneración innecesariamente.
- Tomarse el tiempo para entrevistar las elecciones. Antes de elegir un abogado que vaya a representar el divorcio, es recomendable reunirse con varios y conocer su trayectoria para tener diferentes enfoques sobre ellos. También se puede optar por preguntar a amigos o familiares que ya han pasado por esa situación, si recomiendan a su abogado, o averiguar con agencias qué abogados han tenido quejas registradas contra ellos o contra su práctica. Por último, tomar la decisión correcta para contratar al mejor.
- Controlar el papeleo. Aunque una persona puede llevar el papeleo del divorcio por cuenta propia, es fácil equivocarse, sobre todo cuando no se está familiarizado con el tema legal. Ellos pueden asegurar que un divorcio no se retrase o se complique por problemas con los papeles.
¿Cuáles son las verdaderas razones del divorcio?
La infidelidad, la falta de comunicación, los problemas económicos o de sexo son algunas de los motivos por los cuales las personas se separan. En este artículo encontrará un resumen de las principales razones para el divorcio:
- La infidelidad: el engaño es uno de los principales impulsores del divorcio. Para algunas parejas, el matrimonio terminará debido a una aventura de una noche, y para otras, puede ser una ofensa múltiple. La destrucción de la confianza en una relación ya de por sí débil puede ser a menudo la sentencia de muerte de la relación.
- Los problemas de dinero: el dinero en sí mismo no causa el divorcio, pero vivir en la pobreza sí. Es increíblemente estresante, y los factores financieros pueden llevar a peleas, lo cual puede terminar en un divorcio. Las diferencias en cómo se ahorra o gasta dinero también es una causa de divorcio en un matrimonio.
- Las adicciones: alcohol, sexo, trabajo o narcóticos, se citan a menudo como una razón para el divorcio. Las adicciones secuestran el cerebro de la pareja y pueden convertirse en la prioridad principal, causando estragos en familias enteras de una manera realmente terrible.
- Los casos extraordinarios: hasta el mejor de los matrimonios puede desmoronarse, ante la pérdida de un hijo o el diagnóstico de enfermedades como el cáncer. Las situaciones extraordinarias pueden debilitar incluso a la persona más fuerte y poner a prueba su relación. El dolor de la pérdida o enfermedad se vuelve demasiado grande para soportarlo, y la relación se puede evaporar.
La incompatibilidad: cuando no se está alineado con grandes cosas de la vida como la religión, los valores fundamentales, dónde queremos vivir o cómo queremos vivir, la ruptura está destinada a suceder. La incompatibilidad no es fácil de tratar, especialmente si uno de los cónyuges ha cambiado significativamente con el paso del tiempo.