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Consejos para llevar una vida saludable

In Salud
noviembre 09, 2018
vida saludable

Tener buena salud puede ser opcional en la mayoría de los casos. El asunto está en si tenemos disposición para entregarnos a un mejor estilo de vida.

Los seres humanos tenemos un deseo interno de siempre estar en buenas condiciones, tanto físicas como emocionales. Para ambos casos, vivir saludablemente puede llegar a ser determinante, aunque es un hecho que para muchos no resulte tan fácil amoldarse a ciertos requerimientos.

Un elemento claro es que este mundo moderno nos está llevando a un estilo de vida más acelerado pero también más sedentario, con hábitos poco saludables y con un método de alimentación bastante maltratado.

Para lograr estar mejor y sentirse bien no hace falta hacer milagros, solo tener constancia y disciplina, manteniendo los ojos firmes en un objetivo y sabiendo que al principio, quizás resulte complicado, pero que el esfuerzo valdrá la pena.

Además, existen razones vinculadas directamente a la salud que son determinantes para emprender este camino en la medida que cada uno pueda hacerlo. Cada día son más los casos de enfermedades cardiovasculares y de cáncer que se suman a las estadísticas y muchos de ellos, han surgido como consecuencia de la forma en que sus afectados han llevado la vida.

El ejercicio

Aunque una gran parte de la población sabe que hacerlo es necesario para mejorar el estado físico y el funcionamiento general del organismo, pocos son los que lo ejecutan.

El día a día se vive a un ritmo tan acelerado que las personas despiertan bajo una inminente carrera contra el reloj y terminan acostándose agotados, cada noche, por haber alcanzado a cumplir la mayor parte de su agenda del día, que por cierto, no incluyó ningún tipo de ejercitación.

Ahora bien, el asunto es que no se necesita disponer de grandes períodos de tiempo al día. Con un promedio de 30 minutos, 5 veces a la semana, los efectos positivos pueden notarse con facilidad después de algún tiempo, pues sus resultados no solo se ven en una mejor contextura física, hacer ejercicio también puede servir para respirar mejor o controlar el estrés.

La alimentación

Es el segundo punto más conocido y al que suele dejarse de lado con aún más frecuencia que el ejercicio. El asunto está en que el bombardeo de comida rápida con exquisito sabor, la facilidad de alimentos procesados disponibles en el mercado y el poco tiempo dedicado a la cocina, han dado como resultado un verdadero conflicto alimenticio en todo el mundo.

Los especialistas en nutrición aseguran que una buena parte de las enfermedades generadas en el organismo tienen una vinculación directa con la alimentación, ya que es a través de esta, que recibimos los nutrientes necesarios para que todo el cuerpo funcione como debería.

En torno a esto, las sugerencias serán siempre apostar más por lo natural, como las frutas y verduras; implementar el consumo de la mayor cantidad de productos integrales; evitar consumir mucha carne roja y en su defecto sustituirlas por pescado, al menos dos veces a la semana; y evitar el consumo de grasas trans y saturadas, así como los alimentos con alto contenido en azúcar refinada.

Control del peso

La obesidad y el sobrepeso son factores determinantes en el estado de salud. Ambas condiciones influyen negativamente en las funciones normales del organismo. Generalmente, las personas obesas tienden a tener altos niveles de colesterol que suele acumularse en las arterias, haciendo posible que los problemas cardiovasculares afecten con más rapidez.

Para determinar si una persona padece alguna de estas dos condiciones, lo más apropiado es valorar el Índice de Masa Corporal. En caso de que sea superior a 25 o 30, deberá tomarse como una señal de alarma y planificar las estrategias para hacerle frente lo antes posible.

Control sobre el colesterol, la presión arterial y el azúcar en sangre

Estos son tres valores de mucha relevancia para conocer qué tal va el funcionamiento interno del organismo. Su control es determinante para evaluar las estrategias que deberemos utilizar en caso de que alguno de ellos esté marcando una cifra por encima de la recomendada.

El colesterol es una sustancia que proviene en gran medida del hígado, aunque un 25% está enmarcado dentro de los alimentos que consumimos. Sus altos niveles en la sangre pueden generar que las arterias se colapsen y produzcan, por defecto, alguna complicación cardiovascular, como un infarto. El control de este aspecto puede hacerse con una alimentación adecuada y un nivel de ejercicios apto para mantener el cuerpo activo.

En segundo lugar está la presión arterial. Esta es una medida que indica la fuerza con la cual la sangre está circulando en nuestro cuerpo y, por ende, el choque que genera contra los órganos. De ser muy alta, se conoce como hipertensión y está vinculada a los problemas cardiovasculares. Su control se puede hacer mediante un bajo consumo de sal y un buen manejo del estrés, por decir solo algunas.

El último aspecto en este apartado es el nivel de azúcar en la sangre. Este azúcar es el responsable de producir una enfermedad conocida como diabetes. Su padecimiento no es tan grave como en años anteriores. Hoy una persona puede llevar un ritmo de vida relativamente normal, pero con una posibilidad mayor de sufrir un infarto o ictus. Para prevenirlo, lo mejor será reducir en gran medida el consumo de azúcares simples.

Cero tabaco y bebidas alcohólicas

El último consejo, y que se hace obligatorio mencionar, es dejar de lado esos malos hábitos, como el consumo de tabaco y de bebidas alcohólicas. Ambos son definitivamente dañinos para el organismo y poco se podrá lograr con el cumplimiento de los pasos anteriores si estos se mantienen vigentes.

Los pulmones y el hígado son los órganos afectados directamente por estos vicios. Sus efectos son acumulativos y sus posibles consecuencias, devastadoras. Esto quiere decir que a medida que el tiempo transcurra en la práctica de su consumo, el daño será mayor y las posibilidades futuras de recuperación se van reduciendo progresivamente. Por esta razón, la decisión para dejarlos debe ser ahora.