Conseguir recursos financieros es uno de los mayores desafíos que se les presenta a aquellas personas y empresarios que están planeando comenzar un negocio o proyecto. Algunos podrán tener recursos propios para poner en marcha su iniciativa, no obstante la mayoría tiene que buscar otras alternativas para lograr la financiación requerida.
La opción más habitual es acudir a terceros, tales como entidades financieras, ayudas en subvenciones públicas, crowdfunding o entidades de inversión. Sin embargo, cada iniciativa es distinta y deberá adaptarse a los medios de financiación que mejor se adecúe a sus requerimientos.
Alternativas de financiación
Hasta hace poco tiempo la mayor parte de las empresas y personas emprendedoras se dirigían sólo al sistema bancario tradicional para obtener financiación para sus proyectos. La crisis económica y la reestructuración del sistema bancario de 2013, hizo variar notablemente el número de entidades financieras en España.
Las dificultades de acceso al crédito ordinario y la aparición de plataformas y alternativas a la financiación ordinaria, ha ampliado el abanico de posibilidades a las que una empresa puede dirigirse.
Para empresas en su fase inicial:
Crowdfounding o financiamiento colectivo
Surgió para financiar proyectos culturales y sociales a partir de la recaudación de una cantidad de dinero de donaciones de pequeños inversores durante un tiempo establecido y este no cede la propiedad o el capital del dueño del proyecto.
Crowdfounding equitativo o financiación colectiva de inversión
En este sistema también hay una masa de inversores, pero estos financian la empresa entrando en el capital. Normalmente la empresa financiada no se relaciona con todos los inversores, sino con uno de ellos en representación de todos o con algún intermediario.
Para empresas que ya han arrancado, facturan, tienen un modelo de negocio contundente están los siguientes:
Ángeles inversores o Business angels
Uno o varios inversores privados entran en el capital de la empresa, la financian y hacen un seguimiento e intervienen en la empresa con el objetivo de salir lo antes posible y sacar cierta rentabilidad.
Para empresas que ya se encuentran en fase de crecimiento y expansión:
Crowdlending o financiación colectiva de préstamos
La empresa puede financiar una deuda a través de la producción, en este caso de un préstamo con una masa de pequeños acreedores. Las empresas acuden a las plataformas de crowdlending, las cuales filtran los proyectos y gestionan los préstamos.
Invoice trading o financiación garantizada de facturas
La empresa se puede financiar cediendo los derechos de cobros de facturas a grupos de inversores a través de plataformas que analizan la capacidad de cobro de las facturas y la situación financiera de la empresa, entre otros.
Si necesitas dinero debes buscar una compañía de financiación no bancaria y que otorgue un préstamo a miles de empresas en todo el país, desde trabajadores autónomos, hasta pymes y grandes empresas.
Además debe informarte bien de todas las posibles herramientas de financiación que existan, por ejemplo en el blog de gedesco puedes encontrar respuestas a tus dudas.
En el momento de buscar financiación hay que tener en cuenta que existen diferentes instrumentos financieros, tales como:
De deuda
Son los que comúnmente se conocen como préstamos y créditos de la banca ordinaria, que pueden ser de un período a corto, mediano o largo plazo, con o sin carencia y en el que se valora la capacidad de retorno, es decir, la facturación de la empresa y su potencial de crecimiento, así como las garantías.
Los préstamos participativos
Son préstamos a largo plazo que se consideran patrimonio contable y se configuran a partir de un tipo interés fijo más uno variable, en función de los resultados de la compañía.
Estos préstamos pueden ser convertibles o no convertibles. Los convertibles permiten al inversor convertir el dinero del préstamo en capital, entrando a formar parte de la empresa.
De capital
Los inversores participan temporalmente en el capital de la empresa con el objetivo de vender posteriormente esa participación y así obtener un rendimiento, por lo tanto el inversor se une a la empresa.
Normalmente se aplica a largo plazo y para proyectos con previsiones de crecimiento importantes.