Os contamos cómo hacer una mesa redonda extensible de dos alas que se abren en direcciones contrapuestas, aunque existen muchos mecanismos para abrir este tipo de mesas, las más demandadas.
El elemento principal de todos los comedores son las mesas. Y no solo de estos, también lo son de exteriores o en lugares de paso, pues las mesas son un elemento esencial en todos los hogares y altamente funcionales, pero hoy nos vamos a centrar en las mesas redondas extensibles, ideales para aprovechar mejor el espacio y que también podéis hacer vosotros mismos con un poco de tiempo y ganas.
Para hacer una mesa redonda extensible lo primero es tener las patas -se pueden buscar unas viejas patas de una mesa redonda de madera antigua y restaurarlas- y el tablón.
Con el material en mano el siguiente paso para hacer esta mesa es consultar mesaredondaextensible.com, la web en la que se cuenta todo sobre ellas y donde seguro se puede encontrar un modelo a imitar.
Construye tu propia mesa redonda extensible
Una vez decidido el modelo el siguiente paso es hacer un plano de la mesa, para pasar a trabajar el marco de la misma. Luego habrá que cortar el tablero de la mesa y hacerle un tablero de refuerzo, porque hay que pensar que la mesa será extensible y debe de ser segura. Para este trabajo necesitareis un espacio grande, ya que se deberá de improvisar un taller de carpinteria.
Luego hay que hacer las alas extensible encolando dos tableros de las medidas que se decidan y para recubrir los cantos se usan listones cortados a inglete y encolados. Con todas las piezas de la mesa extensible en mano solo hay que tratar de ponerlas cada una en su lugar. En este caso hay que trabajar con la mesa invertida.
Enrasar las alas con los cantos de las tapas, poner un tablero central de refuerzo, abrir unos huecos en los largueros para que poner las barras deslizantes que han de sujetar las alas de la mesa al extenderse.
Buscad listones resistentes que puedan soportar la continua fricción de los muchos cierres y aperturas que se darán a las alas de la mesa. Las barras de extensión se van a atornillar y pegar a las alas y las guías de los dos extremos deben de cruzarse sin tocarse.
Existen otros modos de fabricar una mesa redonda extensible en función del mecanismo que se use para extender las alas, pero el método anterior es el más seguro, y el mismo que se usa para hacer mesas extensibles rectangulares.
Una mesa extensible redonda es la que mejor aprovecha los espacios
Las hay ideales tanto para comedor como para cocina o exteriores y se pueden encontrar de todos los estilos para que se puedan combinar con todo tipo de decoración, incluso mesas extensibles con superficie de cristal. A la hora de elegir una mesa extensible hay que tener en cuenta el espacio con el que se cuenta, midiéndose con las alas extendidas para asegurarse que hay espacio para abrirlas y poder sentarse alrededor de la mesa abierta.
¿La mesa extensible más demandada? La de 90 cm, pero las hay de todas las medidas. En cuanto al material más elegido, las que son todas de madera se siguen llevando la palma, aunque cada vez se realizan más combinaciones con patas de metal.
También existen diversos mecanismos para contraer y abrir una mesa extensible, aunque el más habitual es despegar dos alas en direcciones opuestas.
Las hay que se abren desde el centro, en piezas triangulares o semejantes que resultan espectaculares, parecen mandalas orgánicos e incluso existen modelos que se abren con un mando a distancia, sin tener que hacer ningún esfuerzo. Hay muchos tipos de mecanismos y todas las posibilidades de apertura de una mesa de este tipo están inventadas.
Está claro que las mesas extensibles son una solución muy recurrente para los que quieren minimizar espacios, hay que tener en cuenta que una mesa redonda también sirve para armonizar el espacio dándole una carácter más confortable allá donde se ponga en contraposición a las líneas rectas de las mesas rectangulares o cuadradas.
Así que ya es hora de que vayáis pensando en cómo realizar esta mesa redonda extensible que siempre habéis soñado. Los más manitas pueden incorporar en ellas el mecanismo que quieran -solo que cuanto más complejo sea más se deberá gastar en material y en tiempo-.