Si en los últimos años las noticias sobre reclamaciones en los tribunales por las cláusulas suelo de las hipotecas han ocupado las portadas de los principales diarios del país, lo cierto es que el escándalo de las hipotecas multidivisa no es de menor magnitud y miles de afectados están comenzando a reclamar a las entidades bancarias la devolución de su dinero.
¿Qué son las hipotecas multidivisa?
Las hipotecas multidivisas son consideradas un producto financiero con una diferencia fundamental sobre las hipotecas convencionales: sus intereses están calculados en una moneda diferente al euro, como pueden ser el yen japonés o el franco suizo. Esto ha tenido consecuencias inimaginables para muchos afectados, ya que en lugar de variar la tasa de interés de su hipoteca por los movimientos del Euribor se ha utilizado la tasa de interés intercambiable Libor como índice para medir las variaciones en el valor de la moneda.
Esto fue especialmente habitual entre los años 2006 y 2008, en plena burbuja inmobiliaria, debido a que en ese momento la tasa de interés del Libor era muy baja, lo que convertía a las hipotecas multidivisas en un instrumento supuestamente atractivo sin recaer en las consecuencias negativas que también conllevan. En los años de crisis los afectados comenzaron a comprobar como la cuota mensual de la hipoteca sufría enormes variaciones y que el capital por amortizar no solo no se reducía sino que experimentaba incrementos más que notorios.
Al depender de la fluctuación de la moneda los afectados se dieron cuenta de que había firmado un cheque en blanco a la entidad y que ésta no les informó de las consecuencias negativas de las hipotecas multidivisas.
Avalancha de reclamaciones a partir de 2017
Desde que a finales de 2017 el Tribunal Supremo declarase nulas este tipo de hipotecas si la entidad no informó al solicitante sobre el nivel de riesgo en el que incurría, el número de reclamaciones judiciales no ha parado de crecer. Madrid lidera el número de reclamaciones pero es una tendencia a nivel nacional y se espera que entre 50.000 y 60.000 afectados recurran a la justicia para que las entidades reparen el daño causado.
Así que a día de hoy puedes reclamar tu hipoteca multidivisa si, tal y como se recoge en las sentencias, la entidad bancaria incluyó cláusulas abusivas con compromisos muy exigentes poniendo en riesgo tu estabilidad económica o si hubo una falta de transparencia sobre lo que implica contratar un producto financiero como una hipoteca multidivisas.
Es precisamente esa falta de información y de transparencia con los afectados la motivación principal de las sentencias favorables a los consumidores. El Tribunal Supremo entiende que si se dio a los clientes una información parcial e incompleta sobre las consecuencias y riesgos de las hipotecas multidivisas, éstos tienen derecho a reclamar por vía judicial la devolución de las cantidades pagadas de más y la restitución de la hipoteca en una hipoteca convencional.
El tribunal entiende que se produjo en miles de casos una relación contractual desigual donde los afectados no tenían información suficiente para dar una respuesta con conocimiento de causa al no poder valorar los riesgos de este tipo de productos financieros desconocidos para el gran público. Las sucesivas resoluciones favorables a los consumidores están generando una avalancha de reclamaciones y los despachos de abogados especializados en este tipo de reclamaciones están experimentando una gran cantidad de demandas.
De forma general hay que reunir cierta documentación relativa a la hipoteca como la escritura ante notario, la oferta que la entidad realizó al cliente así como un extracto de los movimientos de pagos, intereses y capital por amortizar que el cliente ha ido experimentando como consecuencia de los movimientos de la divisa en la que se fijó los intereses de su hipoteca.
Estas oscilaciones han provocado la absoluta ruina de miles de personas en nuestro país que pueden encontrar en la justicia la única vía de reparación del daño originado por la falta de transparencia y el abuso cometido por las entidades bancarias que realizaron este tipo de prácticas con sus clientes. Y es que aunque no se trata de un producto ilegal, la realidad demuestra que muy pocos de los afectados eran conscientes del riesgo y del funcionamiento de un hipoteca con estas características.
