A lo largo de la vida la mayoría de personas han sufrido, por desgracia, algún resbalón que ha podido derivar en caída, y que en el mejor de los casos se tradujo en una cuantas contusiones y un pequeño esguince, mientras que en las peores pudo significar la rotura de la cadera o de algún otro hueso y el consecuente proceso de convalecencia y recuperación. “En el ámbito laboral las denominadas ‘caídas al mismo nivel’ vienen motivadas en la gran mayoría de casos por el uso de calzado inadecuado así como por el mal estado del pavimento o los obstáculos, la conjugación de los tres o de dos de los anteriores puede tener consecuencias fatales. En el ámbito doméstico son usuales los resbalones en bañeras, duchas y en las proximidades de piscinas, es decir, en aquellos lugares en los que el agua altera las propiedades antideslizantes de las superficies, haciéndolas extremadamente deslizantes” comentan desde Antides.
Y es que el agua es capaz de convertir a superficies y pavimentos inicialmente antideslizantes es improvisadas pistas de patinaje que harán temer incluso a los más intrépidos. Por eso, y ahora que las temperaturas han comenzado ya su ascenso y el verano parece estar a la vuelta de la esquina, es importante revisar las ansiadas piscinas y sus alrededores para asegurarse de que cuentan con el tratamiento antideslizante adecuado.
“Cuando cualquiera acude a una piscina lo hace para relajarse y divertirse. Resbalar y caerse, no está en los planes de nadie, y mucho menos lo está acabar en el hospital o con una pierna escayolada que impida el baño durante el resto del verano. Evitar este tipo de situaciones es primordial para nosotros” indican desde Antides.
Nadie debería sentir miedo, y mucho menos pánico a la hora de enfrentarse a tareas tan cotidianas como darse una ducha o baño, caminar por un centro comercial, un restaurante o cualquier otro establecimiento, o disfrutar de una tarde de relax en una piscina, y sin embargo, las personas que han sufrido alguna caída en la que han salido mal paradas es lo que suelen sentir.
Afortunadamente, en la actualidad existen multitud de tratamientos que tras su aplicación lograrán que cualquier superficie se convierta en antideslizante, sin alterar ninguna otra cualidad del pavimento como puede ser el brillo.
Alejar el miedo, a veces, es tan simple, como pulverizar un producto.