En toda familia siempre llega el momento en el que hay que decirles adiós a alguno de sus miembros, generalmente los mayores, quienes han recorrido toda su vida con el afecto de los suyos. Tras la pérdida de un ser querido, suceden una serie de cosas que no sólo involucran a la parte emocional, también incluyen la física, mental, filosófica y del comportamiento, que es crucial en la conducta humana. Y aunque estos escenarios sean muy duros y parezcan imposibles de sobrellevar, hay que saber afrontarlos y superarlos de la mejor manera.
El duelo no es sólo emocional
Cuando alguien muere se entra en una etapa de duelo que es denominado como psicológico, el cual es un período de adaptación emocional que prosigue a la pérdida de un ser querido o familiar, o incluso de un trabajo, o bien de una pareja en una relación, entre otros.
El sufrimiento y la pesadumbre son protagonistas en esta etapa, que se da en el momento en que el nexo emocional se quiebra. Al fallecer alguien, es normal tratar de retribuirle en forma de agradecimiento o amor con poemas, actos simbólicos o coronas fúnebres, que suelen ser servicios prestados por empresas como https://www.floristeriadeltanatorio.es/.
La fuerza y extensión de este proceso y de sus análogos serán proporcionales a la magnitud y a la importancia de la pérdida. Un famoso e insigne psicólogo determinó que el duelo era “la respuesta ante la pérdida de un ser amado o de un ensimismamiento equivalente”.
Durante el duelo, la persona vive una ausencia concreta del ser querido, y en esa etapa, en la que se extiende el tiempo requerido para la materialización de la pérdida, el individuo pierde el interés por el exterior.
Corona fúnebre: símbolo de amor y respeto
Las coronas fúnebres no tienen una fecha de origen, pero se sabe que en principio fueron usadas para disimular el olor de los difuntos y armonizar el ambiente. A partir de entonces, como eran indispensables en los funerales fueron perfeccionando su estética y agregando flores en concordancia con el sentimiento que querían expresar.
Los liliums por ejemplo, están relacionadas con el corazón, los gladiolos simbolizan el recuerdo de la persona perdida y las rosas rojas son símbolo de amor y lealtad. Y la flor que pasó a ser la preferida para homenajear al ser querido es la rosa blanca, es la más hermosa y representa un amor honesto e íntegro.
En www.floristeriadeltanatorio.es pueden adquirirse diversos arreglos florales o coronas para esa persona especial que partió, también hay una variedad de flores a escoger para crear su corona ideal. Si el difunto tenía alguna afición por algún equipo en especial también se pueden hacer coronas con ese motivo, solo debe ponerse en contacto con ellos quienes harán lo posible por satisfacer las necesidades.
Aceptar la muerte y seguir adelante
El duelo es un proceso de la mente que ayuda lentamente a reconocer la pérdida y la adaptación de una vida sin esa persona. El dolor que sobreviene a la pérdida es natural, es una reacción común frente a situaciones complejas.
Cada quien utiliza diversas maneras para superarlo, algunos usan la aflicción para inspirarse, escriben canciones, poemas, pintan cuadros, otros más sutiles hacen homenajes u ofrecen coronas de flores en fechas importantes del ser querido, como cumpleaños, aniversarios entre otros. Las flores son, desde tiempo inmemorial, símbolos de afecto y cercanía entre personas. El simbolismo que representan va más allá del aroma o de la belleza visual que puedan tener, sino que reflejan sentimientos genuinos.
Este periodo suele tener una duración entre 6 y 12 meses, en el caso de ser alguien muy cercano como un padre, hijo o pareja. Cuando los síntomas no ceden luego de pasado el tiempo y terminan generando problemas a la hora de desenvolverse en el día a día, es importante que se acuda a un psicólogo o psiquiatra, porque es probable que la persona sufra de una depresión crónica, que implica un duelo patológico. Las etapas no suelen cumplirse tampoco en su totalidad y no es necesario que sigan el orden indicado.