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¿Existe una edad límite, para dejar de aprender?

In Sociedad
junio 05, 2019

El aprendizaje debe ser una constante en la vida del ser humano. Nunca es tarde para aprender algo nuevo. No importa la edad que uno tenga, pues, mantener el cerebro activo sirve de estímulo para potenciar las capacidades cognitivas. Desde que uno nace hasta que muere, existe un proceso continuo de formación, aprovecharlo es decisión de cada individuo.

Según la teoría de Piaget, la inteligencia no es un rasgo hereditario, al menos no en su totalidad. El entorno y la educación, son los factores más influyentes en la capacidad de razonamiento y entendimiento de una persona. Por ello, este psicólogo, epistemólogo y biólogo, llegó a la conclusión de que la vida está formada por diferentes etapas de aprendizaje. En todas ellas, el ser humano amplía conocimientos y capacidades varias.

Las primeras tres etapas del desarrollo cognitivo, según Piaget, transcurren desde el momento en que uno nace hasta alcanzar la edad de 11 años. Llegados a esta cifra, y justo antes de comenzar la adolescencia, una persona ha debido ser capaz de desarrollarse, y madurar ampliamente, en sentido cognitivo. Durante estas etapas, algunas de las capacidades adquiridas, son: la comprensión, la lógica, la empatía y el auto-control.

 

La escritura terapéutica

En la última etapa, la cuarta, da comienzo la denominada “fase de las operaciones formales”, donde una persona recibe formación para ser capaz de razonar y resolver problemas, de manera deductiva. La edad comprendida para este período, abarca a todas las personas que superan los 11 años de vida. De ahí que, el aprendizaje sea un proceso sin final. Por ello, resulta imprescindible mantener la mente activa. La escritura terapéutica es una buena manera de conseguirlo, pues, estimula el deseo de ampliar conocimientos.

Los escritura terapéutica, es una disciplina de redacción que tiene por objetivo aprender a entender y controlar los pensamientos y las emociones de uno mismo. Es una herramienta de autoconocimiento y expresión emocional. Gracias a la formación recibida, sobre esta materia, un individuo puede crecer como persona y ser desarrollado más plenamente en todo ámbito de la vida. Esta disciplina profundiza en los orígenes y en la identidad de cada matriculado, de ahí que, al final del curso, los alumnos consigan renovar y fortalecer su personalidad.

 

Un nuevo idioma

Otro aspecto útil para potenciar el desarrollo cognitivo, tiene que ver con el intento de aprender un nuevo idioma. Este tipo de retos, aparte de mantener la mente muy activa, consiguen ampliar los horizontes culturales y sociales de las personas. Por ello, aprovechar las ofertas estivales, como los cursos intensivos de inglés, resultan oportunidades únicas muy para aumentar en conocimientos.

El formato intensivo de los cursos de idiomas, resulta el más recomendado por los profesionales de la enseñanza. Esto es debido a que, el programa de estudios elaborado para este fin, tiene por objetivo impartir en pocas semanas, el temario que se imparte en cursos completos de un año. A pesar de que aparentemente resulte algo muy pesado y complicado, la experiencia de los matriculados demuestra que no lo es. Es más, la inmersión completa en un idioma tiene resultados de aprendizaje muy positivos, pues, durante un corto período de tiempo, se consigue vivir haciendo uso exclusivo de un lenguaje diferente al nativo.

 

Las manualidades

Las manualidades tecnológicas potencian el correcto desarrollo de las capacidades cognitivas. Participar en proyectos como, la construcción de una prensa hidráulica a pequeña escala, son actividades muy útiles para extraer lecciones para la vida y estimular al cerebro a saber resolver problemas, de manera lógica y razonable.

En el caso concreto de la prensa hidráulica, se consigue extraer una lección de aprendizaje muy importante para la vida: que una fuerza menor puede generar una fuerza mayor. De ahí que, al construir un prototipo de prensa, con maderas, jeringuillas y conductos de plástico, grabe en la mente de los participantes lo imparte de combinar y multiplicar fuerzas comunes para alcanzar un mismo fin.

El aprendizaje debe ser una constante en la vida de toda persona. Nunca se es demasiado joven o viejo para dejar de aprender. Potenciar las capacidades cognitivas es una decisión personal e intransferible. Pero, todos aquellos que optan por continuar ejercitando la mente, consiguen ser personas de provecho.