Los créditos rápidos se han posicionado en los últimos años como un vehículo financiero interesante para resolver ciertos problemas de liquidez. Es muy posible, por tanto, que hayas oído hablar de los créditos rápidos, pues cada vez están más de moda.
En resumen, se trata de pequeños préstamos de dinero que se pueden solicitar online y para los que se requiere poca documentación y requisitos, de manera que se adjudican de forma muy rápida. En la mayoría de casos, estas cantidades de dinero, que pueden oscilar entre unos pocos cientos de euros pero llegar hasta los 5.000 euros, se utilizan para afrontar gastos inesperados y cubrir situaciones de urgencia.
¿Cómo funcionan los créditos rápidos?
El éxito de este vehículo financiero ha permitido que en los últimos años aparezcan plataformas crediticias que se suman a esta actividad, incluso las entidades financieras tradicionales se están incorporando a esta práctica.
La cantidad tan elevada de plataformas y entidades que trabajan con estos créditos resulta beneficiosa para los usuarios, porque permite elegir entre más opciones disponibles, pero también le obliga a estudiar en profundidad los detalles de cada oferta.
Herramientas como Moneybanker.es resultan de mucha utilidad para los internautas que desean solicitar un crédito a través de internet. Este portal funciona a modo de comparador de préstamos.
Con Moneybanker.es el usuario observa, mediante un vistazo rápido, las principales características de las plataformas que ofrecen estos créditos: edad mínima para solicitarlos, la cantidad de dinero a obtener y el tiempo de devolución, así como los intereses asociados.
El portal permite también filtrar la búsqueda, refinarla, y ordenar las diferentes opciones resultantes atendiendo a las plataformas más populares o el interés asociado.
Las condiciones generales para solicitar este tipo de créditos
Por norma general, la mayoría de entidades que ofrecen este tipo de financiación solicitan una serie de requisitos mínimos para conceder los préstamos. A menudo se denominan mini créditos porque la cantidad de dinero concedida suele ser baja, si bien en algunos casos este dinero puede llegar hasta los 5.000 euros.
Es importante comprender que, en la mayoría de situaciones, el tiempo para devolver el dinero no suele exceder los 30 días, o si acaso unas semanas más. En cualquier caso, esto va a depender de la plataforma con la que se solicite el crédito, de modo que es importante leer la letra pequeña.
Los intereses, la gran preocupación para muchos usuarios, también dependen de las plataformas, pero por lo general son altos, aunque esto tiene una explicación lógica. Los créditos rápidos son un producto financiero que se resuelve en cuestión de horas, o en ocasiones incluso minutos, por lo tanto, esta facilidad en la concesión tiene como contrapartida el pago de unos intereses más elevados.
A pesar de esta circunstancia, mucha gente opta por acudir a préstamos rápidos porque valora de manera más positiva otros aspectos, como la posibilidad de hacer frente a situaciones de urgencia de manera rápida y la facilidad de concesión de estos préstamos.
Los mini créditos ofrecen una mayor accesibilidad que las ayudas tradicionales de las entidades financieras, debido principalmente a que se trata de cantidades menores, pero también a que Internet facilita toda la gestión.
Los requisitos para solicitar créditos online se resumen a ser mayor de edad o tener en algunos casos más de 21 años, justificar en ciertas ocasiones los ingresos, disponer de cuenta bancaria y tener el documento nacional de identidad. Con estos datos, ya se puede iniciar la solicitud del préstamo.
Cuando el usuario accede a la plataforma y realiza la solicitud del dinero, la respuesta por parte de la plataforma dura unos minutos, que es cuando se decide la valoración positiva o negativa. En el caso de ser positiva, el usuario recibe el dinero en poco tiempo, a mucho tardar un plazo de 48 ó 72 horas.
Una vez recibido el dinero, el usuario debe estar en condiciones de cumplir los plazos de devolución escogidos, ya que en caso de que se retrasen en el pago, los intereses se van elevando, y en caso de no poder afrontar estos pagos, el solicitante puede entrar en una espiral de deudas de difícil solución.
Muchos solicitantes piden el dinero antes de acabar el mes, cuando les va quedando menos liquidez. De este modo, pueden hacer frente a gastos inesperados y devolver la cantidad solicitada cuando reciban sus ingresos habituales.