Las terapias de sustitución y los fármacos no funcionan si no van acompañados de un tratamiento psicológico con un profesional especializado. En este artículo, un análisis sobre cómo evitar las dificultades más habituales para superar la adicción al tabaco.
“Un cigarrillo es el arquetipo de un placer perfecto. Es exquisito y deja insatisfecho. ¿Qué más puede pedirse?”. La frase pertenece al escritor Oscar Wilde, quien solía retratarse siempre con un cigarrillo en la mano, no porque quedara mejor para la imagen, sino porque raras veces lo soltaba.
La frase resume uno de los motivos por los que la nicotina despierta adicción: siempre queremos más. Sin embargo, muchas personas, conscientes de los daños que provoca en su salud, toman la decisión de abandonar su adicción al tabaco. Y aquí comienza el camino más difícil, imposible de transitar sin apoyo profesional.
Luis Miguel Real es un psicólogo especializado en adicciones y en el tratamiento psicológico para dejar de fumar. Su método propone una combinación de terapia con un curso online. “Aquí un experto en adicciones que sabe (bastante) del tabaco, te explica qué tienen en común la mayoría de fumadores y qué es imprescindible para dejar el tabaco sin volver a fumar después”, asegura. “Esto no es para todas las personas. Es para las personas que se toman en serio a sí mismas y están dispuestas a invertir tiempo para dejar de pagar por inyectarse matarratas todos los días”, agrega.
Presión social: Uno de los obstáculos más grandes para dejar de fumar
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha presentado un nuevo informe sobre las tendencias mundiales del consumo de tabaco. Según este documento, Europa es la región que más lentamente avanza en la reducción del consumo de tabaco, sobre todo entre las mujeres.
Con respecto a España, el informe señala que el 22% de la población fuma a diario y el 2% es fumador ocasional.
¿Qué significan estas cifras? Que la persona que decida dejar de fumar se cruzará diariamente con personas que lo sigan haciendo. Este factor, denominado presión social, es uno de los mayores problemas que enfrentan quienes desean abandonar el tabaquismo, ya que se trata de un hábito social y, tal como las cifras demuestran, es muy habitual tener contacto con fumadores a diario.
La buena noticia es que con ayuda profesional, se pueden desarrollar muchas técnicas y habilidades para superar estos momentos críticos sin encender un cigarrillo.
Cómo superar el síndrome de abstinencia
Ninguna campaña para dejar de fumar es suficiente cuando aparece el temido síndrome de abstinencia. Deseos irresistibles de fumar, tristeza, depresión, angustia, insomnio, irritabilidad, aumento de la frecuencia cardíaca, dificultades para concentrarse, apetito incontrolable: no hay foto, ni mensaje, ni parches que puedan contra estas sensaciones.
“Intentar dejar de fumar poniéndote parches o vapeando, es como intentar bajar de peso solo quitándole el ketchup a las patatas fritas del McDonald’s”, explica el especialista Luis Miguel Real. “A algunas personas se les fueron las ganas de seguir fumando solo por el miedo, asco, impacto que les hicieron sentir las fotos de una campaña anti-tabaco al principio, pero la gran mayoría de fumadores siguen con el vicio a pesar de las campañas”, opina.
Sin duda, superar estos difíciles momentos, requiere un abordaje integral como el que propone Real: una combinación de terapia con un curso online, cuya primera invitación es un audio que en 17 minutos logra la motivación inicial necesaria.
Esa motivación se consigue cuando la persona conoce herramientas que le pueden ahorrar años de sufrimiento con el tabaco, los errores en las grandes campañas anti-tabaco por los que un 30% de la población sigue fumando, el hábito que tiene que cambiar sí o sí según los expertos, etc.
Pero sobre todo, la persona que acceda a este curso aprenderá “una técnica extraordinariamente simple para calmar tus ganas de fumar en los momentos más difíciles, aunque tu pareja te acabe de abandonar a las puertas del altar”, promete Real.
Ansiedad y dependencia: las mejores amigas del tabaquismo
Dentro de los muchos factores físicos, psíquicos y químicos que llevan a la persona a volverse adicta al tabaco, la ansiedad y la dependencia son los más poderosos. Incluso quienes superan la presión social y el síndrome de abstinencia, luego conviven mucho tiempo más con trastornos de ansiedad.
De hecho, esos son los factores de reincidencia más comunes. Pero, ¿existen formas efectivas de luchar contra ellos? Sí, y son herramientas al alcance de cualquier persona que esté realmente dispuesta a comprometerse consigo misma para conseguir una vida más libre y saludable.
Estamos hablando de técnicas de control mental y diferentes terapias psicológicas avaladas y respaldadas por estudios científicos que, durante muchos años, han demostrado ser las únicas realmente eficaces en la lucha contra el tabaquismo.
Solo las personas que logran poner freno y dominar sus procesos de ansiedad superan la dependencia, pero para lograrlo es imprescindible contar con el apoyo de un psicólogo especializado en tratamiento de adicciones.
Enfrentar las dificultades para dejar de fumar es posible
En definitiva, lo dicho en este artículo, puede resumirse en los siguientes consejos:
- Buscar apoyo profesional. La terapia y los cursos online han mostrado los mejores resultados.
- Modificar hábitos. Desde lavar toda la ropa que huele a tabaco hasta empezar rutinas deportivas.
- Mantener una dieta saludable para responder al aumento de apetito.
- Socializar más asiduamente con personas que no fumen para evitar o reducir la presión social.
- Informarse y participar en foros y grupos de ayuda.