Seguramente habrás oído que en la mayoría de países se ha despenalizado el cultivo y la producción de cannabis para usos medicinales. Y esta es una verdad a medias, porque lo que en realidad se ha despenalizado es el cultivo del cáñamo y sus derivados.
La confusión se origina porque el cáñamo o cannabis es un tipo de planta muy particular, ya que, al igual que sucede en el reino animal, existen plantas de género masculino y de género femenino, con notables diferencias ambos sexos.
La planta masculina es conocida como cáñamo entre los botánicos, y su principio activo es el CBD (cannabidiol), de propiedades antiinflamatorias y relajantes.
Y a la planta femenina, para diferenciarla, la llaman cannabis. Su componente químico más abundante es el THC (tetrahidrocannabinol), una sustancia psicotrópica y notablemente adictiva, presente, por ejemplo, en el hachís.
Así que, lo que realmente se ha despenalizado es el cultivo de la planta masculina y la utilización del cannabidiol (CBD) con fines terapéuticos. Este principio activo se presenta habitualmente en forma de aceite, aunque existen otras variantes como líquidos CBD para vaporizar, o cafés e infusiones con CBD.
El CBD como oportunidad económica
El CBD es una sustancia legal con múltiples aplicaciones terapéuticas. Está probada su eficacia en el tratamiento de trastornos del sueño, ansiedad, depresión, enfermedades neurodegenerativas, desórdenes autoinmunes y diversas dermatitis. A todo esto se le une una baja posibilidad de experimentar efectos secundarios, la mayoría de ellos de mínima importancia.
Lo anterior explica por qué el mercado del CBD está creciendo rápidamente, aunque aún está por llegar el momento en que el consumo de CBD se generalice. Por lo tanto, esta es la situación idónea que soñaría cualquier emprendedor: adentrarse en un mercado que aún está por desarrollar.
Por qué explorar ya el sector del CBD
Quien se introduzca en este sector ahora partirá con ventaja cuando se produzca la cercana y muy previsible explosión en el consumo de esta sustancia, obteniendo en ese momento grandes beneficios económicos, y situándose en una posición de privilegio respecto a los competidores recién llegados.
La experiencia siempre es un grado: el emprendedor o inversor experto, además de contar ya con una cartera de clientes consolidados, no tendrá que pasar por el necesario aprendizaje en un momento en que toda la atención debe dirigirse a cubrir una demanda que, con posterioridad, se estabilizará y deberá repartirse entre infinidad de competidores.
Y no hablamos por hablar, ya que hay datos que avalan esta previsión.
Perspectiva de crecimiento del sector CBD
En Europa, el 46 % de la población tiene a día de hoy una opinión favorable acerca del consumo de CBD. Este dato requiere de un análisis más profundo, ya que mucha gente aún asocia el CBD al tradicional consumo de hachís y maría. Lo que implica que, una vez que la población en general esté informada de que el CBD no es una droga, el porcentaje de opiniones favorables será muy próximo al 100 %.
Por otra parte, la consultora Brightfield Group estima un crecimiento en Europa de este sector, a cuatro años vista, del 400 %.
A la vista de lo expuesto, valora tú mismo si el CBD supone o no una buena oportunidad económica y laboral.
