El mundo del arte tiene muchos motivos para estar orgulloso. Miles de grandes autores nos han mostrado obras de gran belleza que forman parte del patrimonio de todos gracias a la labor de instituciones y museos. Pero también hay obras que sabemos que se han pintado y que han desaparecido sin dejar rastro.
Desde MutualArt queremos acercar la historia de alguno de esos maravillosos cuadros que han desaparecido y que nadie sabe dónde están. Obras que todos esperamos que en algún momento reaparezcan y puedan ser de nuevo disfrutadas por todos.
La Mesa Herida, de Frida Kahlo (1940)
Esta es la obra más grande y pesada de la pintora mexicana. La artista la pintó sobre un panel de madera en lugar de un lienzo. Fue expuesta en Varsovia en el año 1955 y desapareció durante el viaje de Polonia a Rusia, hacia donde viajaba con el resto de las obras de la exposición. Su presencia en esta exposición fue una exigencia de Diego Rivera, exmarido de Frida. Actualmente tiene un valor estimado de 20 millones de dólares.
Tormenta en el mar de Galilea, de Rembrandt van Rijn (1633)
Este es un cuadro muy importante en la carrera del maestro holandés, ya que es el único que pintó con motivos marinos. Representa a Cristo calmando una tormenta sobre el mar de Galilea. Fue robado del Museo Isabella Stewart Gardner, junto a otras piezas importantes, en el año 1990. Se ha convertido en el mayor robo de una propiedad privada del mundo y el valor de las obras robadas ascendió a más de 500 millones de dólares. No se ha detenido a ningún responsable.
El Concierto, de Johannes Vermeer (1664)
La obra de Johannes Vermeer es muy escasa y solo se le conocen 34 cuadros. Uno de ellos es El Concierto, que es una de las obras que fueron robadas del Museo Isabella Stewart Gardner. En el museo se ha colocado un marco vacío para recordar su falta y dejar constancia de su ausencia, algo que también se ha hecho con la obra de Rembrandt.
Vista de Auvers-sur-Oise, de Cezanne (sin fecha)
En el año 1999 se produjo un robo de película en Oxford. Durante la celebración del cambio de año un experto ladrón entró en el Museo Ashmolean. Utilizó una bomba de humo para provocar una llamada a los bomberos y los guardias no pudieron acceder al recinto donde se exponía. Pudo descolgar el cuadro, llevárselo y volver a las calles de Oxford, repletas de gente, donde se perdió entre la multitud.
Flores de amapola, de Vincent Van Gogh (1887)
Esta obra es una de las más valiosas del pintor holandés. Está valorada en 50 millones de dólares y ha sido robada en dos ocasiones. La primera vez fue sustraído del Museo Mohamed Mahmoud Khalil en El Cairo en 1977, aunque se pudo recuperar una década después. En el año 2010 volvió a ser robado y, aunque se detuvo a dos personas, no se pudo localizar la obra. Hoy en día, sigue desaparecida.
Estos y muchos otros cuadros siguen en paradero desconocido, quizá en el salón de alguien con capacidad para hacerse con él o de pagar una cantidad increíble de dinero para privarnos a todos de su belleza.