La importancia de la calefacción para los hogares

In Sociedad
octubre 05, 2022

Las calderas de gas y las que funcionan con diésel han ido cambiando a lo largo de los años, de forma que los fabricantes han hecho todo lo posible para que sean más eficientes, de modo que consuman menos combustible.

Que el sistema de calefacción gaste poco lleva muchos años siendo uno de los factores principales a la hora de decidirse por uno de estos sistemas que calientan el hogar, pero este invierno lo es más que nunca debido a los precios de los combustibles.

Calderas de gas de condensación

El gas es uno de los mejores sistemas de calefacción que existe, y de hecho en todos aquellos sitios en los que llega el gas ciudad, las calderas suelen funcionar con este combustible.

A pesar de su eficiencia, las distintas marcas que fabrican calderas no han dejado de trabajar en ellas y ha sido así cómo ha surgido la caldera de condensación, que ahora mismo es la que aporta una mayor eficiencia.

Tiene un sistema por el cual recupera el calor del vapor de agua que se produce al quemar el gas, que se destina a subir de nuevo la temperatura del agua que sale por el grifo o que va a parar a los radiadores.

Como resultado, el consumo de gas se reduce en un 40 %, lo que justifica más que de sobra el importe más elevado de estas calderas, un sobrecoste que ahora mismo se amortiza en muy poco tiempo, en menos de un año si los precios del gas suben como se prevé.

Las calderas de gasoil también han mejorado mucho

En aquellos lugares en donde el gas ciudad no llega, como las urbanizaciones de las afueras y los pueblos, el diésel suele ser el combustible favorito por su comodidad.

Aquí también hemos visto avances del tipo de las calderas de gasoil de baja temperatura, que pueden ahorrar de un 20 a un 40 % de combustible con respecto a las tradicionales, que ya no deberían ser una opción en ningún momento.

Otra tecnología que ha llegado a estas calderas es la condensación, que funcionan de una manera similar a las de gas de condensación, extrayendo el calor del vapor de agua y pasándolo a agua líquida, recuperando todo el calor que aún quede en ella.

Mejora del confort térmico

No solo hay que centrarse en el ahorro cuando hablamos de eficiencia, sino que también hay que pensar en la comodidad que obtenemos en el hogar, puesto que al gastar menos combustible vamos a poder mantener la casa caliente sin preocuparnos demasiado por la factura. Esto se traduce en viviendas más cálidas y cómodas en invierno, que es lo que se busca cuando se pone una de estas calderas.

¿Merece la pena cambiar la caldera si tenemos una poco eficiente?

Hasta hace no demasiado tiempo, siempre se decía que lo mejor era esperar a que la caldera vieja se estropease a la hora de sustituirla por una eficiente, pero ahora mismo esto ya no es así.

Dados los precios de los combustibles, si se tiene una caldera antigua puede ser muy rentable cambiarla de inmediato, más si los ahorros que obtenemos con una eficiente son de alrededor del 40 %, algo que hace que la caldera nueva se pague sola en un periodo muy corto.

Con el paso del tiempo, los fabricantes han mejorado la eficiencia de sus calderas, tanto en las de gas como en las que queman diésel, con tecnologías del tipo de condensación o la baja temperatura, que ayudan a gastar menos y a obtener un mejor confort térmico.

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Periodista vasco cuyas historias han abordado todo lo relacionado con el mundo del marketing y las nuevas tecnologías.