Elegir la cuna apropiada para el bebé no es tarea fácil, sobre todo para los padres primerizos que empiezan a familiarizarse con este tipo de elementos y no tienen experiencia. En este contexto hay que señalar la importancia de encontrar el perfecto equilibrio entre la comodidad, la estética y la seguridad del niño, por eso en este artículo se van a dar las claves para hacer una correcta elección de este mueble infantil.
Un sueño saludable es extremadamente necesario durante toda la vida, pero especialmente en las primeras etapas de crecimiento y desarrollo. Por este motivo, es esencial asegurarse de proporcionarles el mejor entorno posible, un lugar tranquilo donde pueda relajarse, pero sintiéndose cerca de sus padres, sobre todo durante los primeros meses. La mejor opción es, como cabe suponer, una buena cuna, que les proporciona un espacio individual para dormir a pierna suelta, pero quedando en todo momento perfectamente atendido cuando sea necesario.
No obstante, la gran pregunta llega en el momento de hacer la elección de entre la amplia variedad de cunas para bebé que ofrece el mercado, pues es tanta la oferta que lo normal sea que se encuentren algo perdidos.
Los padres, en cualquier caso, deben tener en cuenta diversos aspectos antes de decidirse definitivamente en la compra de uno de estos objetos. Los elementos que hay que valorar son el tamaño, la comodidad, la funcionalidad y la seguridad. En relación con el diseño estético, son cuestiones personales que podrán determinarse en función de las preferencias personales o de la decoración y ambientación general del dormitorio.
1. Firmeza del colchón
Uno de los aspectos más importantes es la superficie sobre la que descansará el bebé. El colchón debe ser firme para que no se hunda con el peso del pequeño, lo cual puede entrañar peligros por asfixia y, además, no favorece el correcto desarrollo músculo esquelético. Asimismo, debe tener el tamaño justo de la cuna y adaptarse a ella para que no queden espacios entre este y las paredes.
2. Base firme y regulable en altura
La base de la cuna o el somier también debe contar con la suficiente firmeza y tener una altura interna mínima de 60 cm contando desde la posición más baja del colchón hasta el borde de la barandilla. De este modo, el bebé estará seguro aun cuando empiece a ponerse de pie y no habrá peligro de caídas.
Son muy recomendables aquellos modelos en los que la base del somier puede regularse a diferentes alturas del suelo, de modo que se pueda adaptar la cuna a la edad del pequeño y facilitar a los padres el cogerlos y acostarlos, especialmente en los primeros meses de vida.
3. Separación de las barandillas
Las cunas que no cuentan con barandillas son complemente seguras, pues no hay huecos en los que los bebés puedan meter los bracitos, las manitas u otras partes del cuerpo y quedarse atrapados. Sin embargo, en aquellas que cuentan con estos elementos es importante que la separación entre los barrotes no supere los 6 centímetros.
4. Frenos en ruedas
Algunas cunas vienen con ruedas que son muy útiles a la hora de moverla, sin embargo, hay que asegurarse que al menos dos de ellas cuentan con frenos para evitar desplazamientos accidentales producidos por la actividad del bebé. Los frenos deben estar accionados siempre, para fijar la cuna de forma segura en el lugar de descanso destinado al pequeño, y solo deben quitarse cuando se quiera desplazar por algún motivo: limpieza, cambio de estancia…
5. Materiales
Es importante que los materiales con los que se fabrique la cuna sean seguros, y que además su diseño no cuente con cantos y salientes, siendo las terminaciones redondeadas las aconsejadas para evitar cualquier tipo de daño. Asimismo, como cabe suponer, las partes de metal (como los tornillos), de plástico, o madera deben estar completamente lisos, haber sido bien pulidos, para que no haya rebabas o astillas que puedan dañar al bebé.
Comprar la cuna del bebé es una decisión que no puede ser tomada a la ligera, por eso, además de seguir las recomendaciones que se han dado en este artículo, es una buena idea pedir asesoramiento experto y solo confiar en marcas especializadas en puericultura. En este sentido, Bebeglo es una compañía que se enfoca en la seguridad, el diseño, la practicidad de cada producto que fabrica, garantizando el bienestar de los recién nacidos y sus familias.
Para conseguir estos resultados en sus creaciones, solo trabajan con los mejores materiales del mercado, cumpliendo con todas las exigencias marcadas por la industria y la normativa al respecto de los productos de puericultura. Llevan a cabo rigurosas pruebas de calidad y cumplen ampliamente los estándares establecidos para solo lanzar al mercado artículos completamente seguros, duraderos, confortables y funcionales.