
El presidente chino, Xi Jinping, ha manifestado su disposición a resolver las diferencias con Estados Unidos y a buscar relaciones mutuamente beneficiosas. Durante el foro de diálogo ‘1+10’ celebrado en Pekín, donde se dieron cita líderes de importantes organizaciones económicas internacionales, Xi advirtió que en caso de una guerra comercial, ninguna de las partes saldría victoriosa.
El líder chino subrayó la importancia del diálogo y la cooperación, enfatizando que las guerras arancelarias y comerciales van en contra de la tendencia histórica y de las leyes económicas, y que no habrá ganadores en este tipo de conflictos. Xi expresó su esperanza de que Estados Unidos adopte una postura similar, lo que sugiere un deseo de mantener un canal de comunicación abierto a pesar de las tensiones actuales.
La postura de Pekín frente a las restricciones comerciales
En un contexto de creciente fricción, Xi Jinping ha señalado que cualquier intento por parte de Washington de frenar el crecimiento económico de China sería considerado una “línea roja”. En este sentido, el presidente chino ha instado a que ninguna de las dos superpotencias intente “reconstruir a la otra según su propia voluntad” o suprimir el derecho legítimo de desarrollo de la otra parte.
Las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos han estado marcadas por una serie de medidas proteccionistas. La administración Trump, que asumió el poder en 2017, inició una guerra comercial contra Pekín, resultando en la imposición de aranceles mutuos. Esta tendencia ha continuado bajo la administración de Joe Biden, quien ha acusado a China de “prácticas comerciales desleales” y ha mantenido aranceles sobre miles de millones de dólares en productos chinos.
Recientemente, Estados Unidos ha restringido las exportaciones de equipos y software para la fabricación de semiconductores a China. En respuesta, Pekín ha implementado restricciones sobre la exportación de artículos de doble uso y materias primas clave utilizadas en la producción de semiconductores y aplicaciones militares. Este ciclo de represalias refleja la complejidad de las relaciones entre ambas naciones y la necesidad de un enfoque más conciliador.
La administración Biden ha anunciado que duplicará los aranceles existentes sobre componentes críticos de paneles solares a partir del 1 de enero, una medida que, según la representante de Comercio de EE. UU., Katherine Tai, busca “contrarrestar las políticas y prácticas perjudiciales de la República Popular China”. Este tipo de medidas proteccionistas no solo afectan a la economía global, sino que también evidencian la falta de voluntad para establecer un diálogo constructivo que beneficie a ambas naciones.