El rapero y productor Sean «Diddy» Combs se enfrenta a nuevas acusaciones de agresión sexual tras ser demandado por tres hombres en un tribunal de Nueva York. Los demandantes, que han optado por mantener su identidad en el anonimato, alegan que fueron drogados y violados por Combs mientras se encontraban inconscientes.
Las demandas fueron interpuestas el jueves y se suman a una serie de litigios por agresión sexual que el artista ha enfrentado recientemente. Combs también está bajo la lupa por cargos federales de tráfico sexual en Nueva York, que involucran a más de 120 acusadores.
Uno de los hombres afirma que fue drogado y violado en 2020 durante una reunión en la suite de Combs en el hotel InterContinental de Times Square, donde se discutían pagos que el demandante debía recibir como ex empleado del productor. Otro hombre relata que conoció a Combs en un club nocturno de Manhattan en 2019, y que fue invitado a una fiesta posterior en la suite del Park Hyatt, donde también fue drogado y agredido sexualmente. Este demandante asegura que intentó resistir, pero se desmayó tras consumir una bebida adulterada. Después del ataque, recibió $2,500 de un hombre que, según él, había grabado la agresión.
El tercer demandante alega haber sido drogado y violado por Combs y algunos asociados en una fiesta en su mansión de East Hampton, Nueva York, durante el verano de 2020. Thomas Giuffra, el abogado que representa a los tres hombres, argumenta que Combs ha utilizado su poder y riqueza para explotar a sus víctimas, asegurando su silencio a través de amenazas y miedo. “Esta es una oportunidad muy esperada para que las víctimas recuperen el poder tras haber llevado el peso de los ataques en silencio durante muchos años”, declaró Giuffra. “Aunque una demanda no revertirá las injusticias sufridas, permite a los sobrevivientes recuperar la dignidad que Combs les ha arrebatado”.
Por su parte, los abogados de Combs, que tiene 55 años y es fundador de Bad Boy Records, han calificado las acusaciones de infundadas. En un comunicado, afirmaron que “estas denuncias están llenas de mentiras” y añadieron que pretenden demostrar su falsedad y buscar sanciones contra los abogados que hayan presentado reclamaciones consideradas ficticias.
Las denuncias abarcan incidentes que supuestamente ocurrieron entre 2019 y 2022. Los demandantes, identificados como John Doe, sostienen que, sin su conocimiento, les ofrecieron bebidas adulteradas que culminaron en agresiones sexuales por parte de Combs y otros. Cada uno de ellos busca un juicio con jurado y solicita indemnizaciones no especificadas.
Combs se ha declarado no culpable de los cargos federales que lo acusan de haber coaccionado y abusado de mujeres durante años, utilizando una red de asociados y empleados para llevar a cabo “Freak Offs”, actuaciones sexuales elaboradas que involucraban a trabajadores sexuales masculinos. Los fiscales alegan que, tras los abusos, Combs silenciaba a sus víctimas mediante extorsiones y violencia, que incluían secuestros, incendios y golpizas.
A pesar de sus esfuerzos por ser liberado mientras espera su juicio programado para mayo, Combs ha visto rechazada su solicitud de libertad bajo fianza en tres ocasiones y permanece encarcelado en una prisión federal de Brooklyn.
