El zoológico de Los Ángeles ha celebrado un importante hito en su historia: el nacimiento de dos crías de lagarto perentie (Varanus giganteus), una especie nativa de Australia y considerada una de las más grandes del mundo. Este evento, ocurrido el 2 de diciembre de 2024, marca la primera vez que esta especie ha sido criada con éxito en el zoológico californiano, un logro significativo para la conservación y el estudio de la fauna exótica.
El perentie, que puede alcanzar más de 2,4 metros de longitud y pesar más de 18 kilogramos, se encuentra entre los lagartos más grandes del planeta, superado solo por el dragón de Komodo y algunas otras especies. Según Byron Wusstig, curador del zoológico, este logro es especialmente satisfactorio dado que, aunque el perentie no está en peligro de extinción, su presencia en instituciones zoológicas fuera de Australia es bastante rara.
Un éxito en la reproducción en cautiverio
El zoológico de Los Ángeles es uno de los tres centros acreditados por la Asociación de Zoológicos y Acuarios que ha logrado reproducir exitosamente esta especie. El desarrollo de las crías se ha llevado a cabo en condiciones controladas y bajo la supervisión constante del personal del zoológico, quienes han reportado que los pequeños lagartos están en buen estado de salud y alimentándose adecuadamente.
Las crías se mantendrán en un área fuera de la vista del público en sus primeras etapas de vida, mientras que los visitantes del zoológico podrán observar al padre de los recién nacidos en la sección dedicada a Australia, cerca del hábitat del dragón de Komodo. La dieta del perentie es carnívora, alimentándose de huevos de tortuga, insectos, aves y pequeños mamíferos, lo que resalta su importancia en el ecosistema como depredador.
El nacimiento de estas crías no solo representa un avance en la conservación de especies, sino que también pone de relieve la dedicación de los zoológicos en la educación y la sensibilización sobre la biodiversidad. La cría en cautiverio de especies como el perentie contribuye a la comprensión de sus necesidades y comportamientos, lo cual es esencial para esfuerzos futuros de conservación.
