El pasado 20 de agosto de 2023, la selección española de fútbol femenino logró un hito histórico al conquistar la Copa Mundial Femenina de la FIFA, celebrada en Australia y Nueva Zelanda. La jugadora Esther González, en un emotivo momento, besó el trofeo que simboliza el triunfo y la perseverancia de un equipo que ha sabido superar numerosos obstáculos en su camino. Este éxito no solo resalta el talento de las jugadoras, sino también el creciente interés y apoyo hacia el deporte femenino a nivel mundial.
En un contexto donde la visibilidad del deporte femenino ha ido en aumento, Netflix ha anunciado que ha adquirido los derechos de transmisión exclusivos en Estados Unidos para las Copas Mundiales Femeninas de 2027 y 2031. Este movimiento estratégico se produce en un momento en el que la audiencia de los deportes femeninos está experimentando un crecimiento significativo, con eventos que atraen cada vez a más espectadores y generan un interés mediático sin precedentes.
El auge del deporte femenino y su cobertura mediática
La decisión de Netflix de incluir la Copa Mundial Femenina en su plataforma es un reflejo de la creciente popularidad de este deporte. Según Bela Bajaria, Directora de Contenidos de Netflix, el interés por el fútbol femenino ha crecido exponencialmente, evidenciado por la atmósfera vibrante que se vivió en el torneo de 2019 en Francia y en la reciente edición en Oceanía. Este auge no solo se limita a la audiencia; también se traduce en un compromiso por parte de las plataformas de streaming para celebrar y dar visibilidad a las deportistas, su cultura y la pasión que rodea al fútbol femenino.
El torneo de 2027 se llevará a cabo en 12 ciudades de Brasil, un país con una rica tradición futbolística que, sin duda, aportará un contexto vibrante a la competición. En cuanto al torneo de 2031, aún se está definiendo el país anfitrión, pero lo que es indiscutible es que la atención hacia el fútbol femenino seguirá en aumento, con una base de aficionados que no deja de crecer.
A pesar de que la audiencia de la final del Mundial Femenino de 2023 en Estados Unidos experimentó una caída en comparación con ediciones anteriores, el interés general por el deporte ha crecido, como lo demuestran las cifras de asistencia y visualización en eventos como la WNBA y los partidos de la selección nacional de fútbol femenino. Este fenómeno indica un cambio cultural que, si bien enfrenta retos, también abre nuevas oportunidades para el desarrollo y la promoción del deporte femenino.
Con 282.7 millones de suscripciones globales, Netflix busca expandir su presencia en el ámbito deportivo. La adquisición de derechos de transmisión de eventos deportivos en vivo ha demostrado ser una estrategia efectiva para atraer a audiencias masivas. La reciente transmisión de una pelea entre Mike Tyson y Jake Paul, que alcanzó 108 millones de visualizaciones, es un testimonio del potencial que tienen los eventos deportivos en directo para captar la atención del público.
En un mundo donde el entretenimiento se diversifica y las plataformas digitales toman un papel central, la cobertura del deporte femenino por parte de gigantes como Netflix representa no solo una oportunidad comercial, sino también un avance hacia una mayor equidad en la representación de las mujeres en el ámbito deportivo. Esto es un paso hacia un futuro en el que el talento y la dedicación de las deportistas sean reconocidos y celebrados en igualdad de condiciones.
