Los gobiernos locales en los países en desarrollo juegan un papel fundamental en la provisión de servicios públicos que fomentan el desarrollo humano y abordan desafíos como el clima extremo, el desempleo y la infraestructura deteriorada. Sin embargo, a menudo se enfrentan a dificultades para implementar programas rentables que satisfagan las diversas necesidades de los ciudadanos, especialmente en áreas con desigualdades socioeconómicas significativas.
Un estudio reciente, publicado en World Development y liderado por el investigador Krister Andersson de la Universidad de Notre Dame, ha explorado el impacto de las desigualdades económicas y sociales en el rendimiento de los gobiernos locales en Chile, un país caracterizado por una alta desigualdad socioeconómica. En particular, el trabajo evaluó la efectividad de las políticas externas para mitigar los efectos negativos de la desigualdad en la calidad de los servicios públicos locales.
Desigualdad y Gobernanza Local
El estudio revela que las desigualdades socioeconómicas plantean desafíos significativos para la gobernanza local, atrapando a los gobiernos municipales en un ciclo de recursos limitados, creciente desigualdad y una capacidad decreciente para satisfacer las necesidades de los ciudadanos. «Las intervenciones que ayudan a los gobiernos locales a enfrentar la desigualdad parecen ser más efectivas cuando reconocen un papel de liderazgo y cierta autonomía de los líderes locales», afirmó Andersson, profesor de desarrollo sostenible en la Escuela de Asuntos Globales Keough de Notre Dame.
Utilizando un conjunto de datos que abarca 56 territorios de gobierno local en Chile entre 2000 y 2014, el estudio analizó la satisfacción ciudadana con el rendimiento del gobierno local. Se empleó un modelado multinivel para evaluar cómo diferentes enfoques de políticas —apoyos de arriba hacia abajo, basados en sectores y financiamiento de abajo hacia arriba, impulsado por la demanda— influyen en los niveles de satisfacción.
La investigación evaluó cuatro programas nacionales prominentes diseñados para abordar las desigualdades y la insatisfacción ciudadana. De estos, solo uno resultó ser efectivo, mientras que los otros tres no mostraron impacto alguno o incluso empeoraron la relación negativa entre la desigualdad y la calidad de los servicios gubernamentales locales.
A medida que las disparidades socioeconómicas se ampliaron, el estudio encontró que la satisfacción ciudadana con los programas del gobierno local disminuyó significativamente. Los territorios más pobres experimentaron una mayor insatisfacción, mientras que los ciudadanos más ricos se vieron menos afectados, ya que dependían menos de los servicios gubernamentales para sus necesidades diarias.
Las extremas desigualdades socioeconómicas también limitaron la capacidad de los gobiernos locales para ofrecer servicios efectivos. Recursos limitados, personal inadecuado e infraestructura insuficiente obstaculizaron su capacidad para abordar las diversas necesidades comunitarias. A pesar de las significativas inversiones del gobierno nacional chileno para mejorar la infraestructura y los servicios públicos, muchas iniciativas fracasaron en cerrar la brecha existente.
El estudio de Andersson destaca la necesidad de intervenciones estratégicas y acertadas para romper el ciclo de desigualdad y mejorar la satisfacción pública con la gobernanza local. «Estos hallazgos subrayan el desafío que enfrentan los gobiernos nacionales al intentar abordar las desigualdades. Simplemente aumentar la financiación destinada a los gobiernos locales puede no ser suficiente. Es crucial diseñar políticas cuidadosamente y fortalecer las estructuras de gobernanza local para mejorar la prestación de servicios y abordar las persistentes desigualdades socioeconómicas», concluyó.
Más información: Krister P. Andersson et al, Inequality and its strain on local Governments: Do external interventions Help?, World Development (2024). DOI: 10.1016/j.worlddev.2024.106855