Innovación en la Protección de Paneles Solares Frente a Condiciones Meteorológicas Extremas
La energía solar se posiciona actualmente como el sector energético de más rápido crecimiento a nivel mundial. Las plantas de energía solar fotovoltaica convierten la luz solar en electricidad, convirtiéndose en un elemento clave para la iniciativa de Emisiones Netas Cero para 2050, que busca reducir las emisiones de dióxido de carbono a cero para ese año. Sin embargo, a pesar de su potencial para generar energía limpia y renovable, los paneles solares enfrentan desafíos significativos, especialmente en situaciones de viento intenso.
El viento tiene efectos tanto positivos como negativos en las redes de energía solar. Por un lado, contribuye a mantener el rendimiento de los paneles al eliminar la acumulación de suciedad y polvo. Además, dado que los paneles solares tienden a perder eficacia a medida que se calientan, la circulación de aire sobre su superficie puede mejorar su enfriamiento y eficiencia. No obstante, en situaciones de vientos fuertes, estos paneles delgados son vulnerables, lo que puede llevar a colapsos estructurales y fallos que requieren semanas para ser reparados. De hecho, los reclamos de seguros relacionados con los daños causados por condiciones climáticas severas han aumentado considerablemente con el incremento en el uso de la energía solar.
Investigadores del Centro de Formación de Materiales en la Universidad PLS de Sofía Antipolis, Francia, han desarrollado un marco de decisión numérico innovador para la protección de los paneles solares ante condiciones climáticas extremas. Mediante la combinación de dinámicas de fluidos avanzadas y técnicas de inteligencia artificial, los investigadores proponen un enfoque novedoso para mitigar los riesgos de daño por viento, contribuyendo así a la resiliencia de los sistemas de energía renovable. Este nuevo método considera a los paneles como tomadores de decisiones independientes, optimizando sus ángulos de inclinación bajo condiciones de viento fuerte, lo que permite reducir el estrés y mejorar la producción de energía incluso en situaciones adversas. La propuesta se aleja de los métodos tradicionales, abriendo la puerta a sistemas más inteligentes y adaptativos en la búsqueda de una producción de energía con emisiones de carbono netas cero.