El equipo de transición del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, planea anunciar la retirada del país de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 20 de enero, el primer día de su administración. Esta decisión, que ha sido reportada por el Financial Times, podría significar un recorte significativo en uno de los principales flujos de financiación de la agencia sanitaria internacional.
Según fuentes del equipo de Trump, la intención de retirar a Estados Unidos de la OMS se basa en la “simbolismo” de revertir la decisión del presidente Joe Biden, quien restableció las relaciones con la organización en su día inaugural. Algunos miembros del equipo de Trump abogan por permanecer en la OMS, pero otros, que parecen tener más influencia, están a favor de cortar los lazos por completo.
Implicaciones de la retirada
La decisión de retirarse de la OMS podría dejar un vacío considerable en el financiamiento y liderazgo global en salud. Lawrence Gostin, profesor de salud global en la Universidad de Georgetown, advirtió que esta medida sería “catastrófica”, ya que Estados Unidos ha sido uno de los mayores donantes de la organización durante décadas, ocupando actualmente el segundo lugar entre los países miembros en términos de contribuciones.
La OMS, que actúa como autoridad coordinadora en cuestiones de salud internacional, recibe su financiación de las cuotas de los estados miembros y de contribuciones voluntarias. En 2020, Trump acusó a la OMS de estar bajo el control de China durante la pandemia de coronavirus, afirmando que Pekín había presionado a la organización para “engañar al mundo” sobre la naturaleza del virus. En respuesta, Trump prometió redirigir los fondos estadounidenses a otras organizaciones de salud pública global.
De acuerdo con una resolución del Congreso de 1948, Estados Unidos puede retirarse de la OMS, pero debe dar un aviso de un año y pagar las cuotas pendientes. Hasta el momento, el equipo de Trump no ha comentado directamente sobre la posible retirada, lo que deja abierta la especulación sobre sus verdaderas intenciones.
En otro contexto, Trump ha nominado a Robert F. Kennedy Jr., un conocido escéptico de las vacunas, como secretario de Salud y Servicios Humanos. Kennedy ha sido un crítico vocal de las medidas recomendadas por la OMS durante la pandemia, incluyendo los estrictos confinamientos y la rápida introducción de vacunas. Su nominación aún está pendiente de aprobación por parte del Senado.