Los reyes Felipe VI y Letizia, junto a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, realizaron una visita sorpresa el pasado domingo 22 de diciembre a las localidades valencianas de Catarroja, Picanya y Alaquàs. Este desplazamiento se produce en un contexto en el que estas zonas han sido gravemente afectadas por la reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). La visita, que no había sido anunciada previamente, se enmarca dentro de los esfuerzos de la familia real por mostrar su apoyo a las comunidades que han sufrido las consecuencias de las inundaciones.
Durante su recorrido, los monarcas y sus hijas visitaron el mercado municipal de Catarroja, coincidiendo con el día en que la localidad celebraba haber sido agraciada con el tercer premio del Sorteo de la Lotería de Navidad. A lo largo de su estancia, la familia real interactuó con los vecinos, generando reacciones de sorpresa y admiración, especialmente entre aquellos que vieron en la visita un gesto de empatía y cercanía. Esta fue la cuarta ocasión en que los Reyes visitan la Comunidad Valenciana desde que se produjeron las inundaciones, en un intento por visibilizar la situación que atraviesan los afectados.
Sin embargo, la visita no ha estado exenta de controversia. La alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, expresó su descontento por el enfoque de la visita real. Criticó que la familia real optara por visitar zonas más «operativas», como el mercado, en lugar de reconocer el trabajo de los más de mil efectivos del Ejército que se encuentran en la localidad para ayudar en las labores de recuperación. Silvent calificó la visita de «falta de respeto», subrayando que no hubo comunicación previa con las autoridades locales, lo que ha generado un malestar considerable en la comunidad. Mientras tanto, algunos vecinos celebraron la cercanía de los Reyes, compartiendo momentos de alegría y conversación con ellos.