El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, tiene programada una visita a Moscú el próximo 17 de enero, donde se espera que firme un acuerdo de defensa estratégico con su homólogo ruso, Vladimir Putin. La noticia ha sido confirmada por la agencia de noticias rusa RIA, que cita al embajador iraní en Rusia, Kazem Jalali.
Esta será la segunda visita de Pezeshkian a Rusia en pocos meses, tras su asistencia a la cumbre de BRICS en Kazán en octubre. En esa ocasión, el Kremlin destacó que las relaciones entre Irán y Rusia estaban en ascenso y que se proyectaba alcanzar un nivel de «asociación estratégica integral» en el futuro.
Cooperación en Defensa y Proyectos Conjuntos
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, mencionó a finales de octubre que se estaba preparando un tratado que establecería esta asociación, con el objetivo de facilitar una «cooperación más estrecha en el ámbito de la defensa» entre Moscú y Teherán. Este acuerdo se produce en un contexto de creciente tensión internacional, donde Estados Unidos y sus aliados han acusado a Irán de suministrar drones y misiles a Rusia para su uso en el conflicto en Ucrania, acusaciones que ambos países han negado rotundamente.
En el marco de esta visita, se espera que también se discutan proyectos de infraestructura, como el ferrocarril Rasht-Astara, que conectará las redes ferroviarias de Azerbaiyán, Irán, Rusia e India. Este proyecto es considerado clave para mejorar la conectividad y el comercio entre estas naciones, y refleja un interés mutuo en fortalecer los lazos económicos y estratégicos.
Recientemente, Pezeshkian y Putin mantuvieron una conversación telefónica en la que abordaron la situación en Siria, donde fuerzas jihadistas avanzan hacia Damasco. A pesar de que tanto Rusia como Irán han sido aliados del ex presidente sirio Bashar Assad, ambos países optaron por no intervenir cuando se hizo evidente que Assad planeaba una transición pacífica de poder.
La firma de este acuerdo de defensa podría marcar un hito en la cooperación militar entre Rusia e Irán, en un momento en que ambos países buscan consolidar su influencia en la región y contrarrestar la presión de Occidente. La evolución de esta relación será objeto de seguimiento, dado su potencial impacto en la geopolítica del Medio Oriente y más allá.