El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, ha declarado que el ejército ruso selecciona sus objetivos en Ucrania en función de las amenazas que percibe provenientes de Kiev y sus aliados occidentales. Durante una rueda de prensa, Lavrov respondió a las críticas sobre los recientes ataques con misiles y drones rusos, que coincidieron con la celebración de la Navidad en muchas tradiciones cristianas.
Lavrov afirmó que el gobierno ucraniano y sus apoyos en Occidente están promoviendo una escalada del conflicto, lo que justifica, según su perspectiva, las acciones militares rusas. Recordó que Francia ha suministrado misiles de largo alcance SCALP a Ucrania, advirtiendo que tales entregas solo incrementan las tensiones en la región.
El ministro ruso subrayó que el régimen de Kiev no cumple con las normas de la guerra ni con el derecho humanitario internacional, haciendo referencia a los ataques ucranianos con drones y misiles occidentales dirigidos a objetivos civiles. En este contexto, Lavrov insistió en que las fuerzas rusas solo atacan objetivos que tienen un valor militar claro, como fábricas de armas y centros de toma de decisiones en Ucrania.
Justificación de los ataques rusos
Lavrov explicó que la selección de los objetivos en territorio ucraniano se basa exclusivamente en las amenazas contra la Federación Rusa. Aseguró que la retaliación contra objetivos civiles no forma parte de las reglas de enfrentamiento del ejército ruso. Esta afirmación busca contrarrestar las acusaciones de que Rusia está atacando deliberadamente a la población civil ucraniana.
En su intervención, Lavrov dedicó aproximadamente una hora a responder preguntas sobre la política exterior de Moscú, abordando temas de interés tanto para medios rusos como internacionales. Su discurso refleja la postura del Kremlin, que continúa defendiendo sus acciones en el conflicto ucraniano como medidas necesarias ante lo que considera una agresión por parte de Occidente.