El conflicto en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes, según las declaraciones de Dr. Mustafa Barghouti, líder del partido Iniciativa Nacional Palestina, quien ha denunciado la complicidad de Estados Unidos y sus aliados en lo que califica como acciones genocidas contra la población civil. En una reciente entrevista, Barghouti se refirió a un informe del New York Times que revela cómo el liderazgo militar israelí ha flexibilizado sus reglas de combate tras el ataque del 7 de octubre de 2023 por parte de Hamas.
El informe, que se basa en testimonios de más de 100 soldados y funcionarios, indica que los oficiales israelíes han recibido autorización para poner en peligro hasta 20 civiles en Gaza con el fin de eliminar a un combatiente de bajo nivel. Esta política ha resultado en lo que se describe como “uno de los bombardeos más mortales del siglo XXI”.
Barghouti expresó su sorpresa no por la revelación en sí, sino por el tiempo que ha tardado el mundo en reconocer lo evidente: “Lo que Israel está haciendo no es más que una masacre de la población civil de Gaza”. Según sus afirmaciones, más de 55,000 personas han perdido la vida, de las cuales el 70% son mujeres y niños. Cuatro localidades en Gaza han sido completamente destruidas, y el último hospital en el norte de la franja ha sido bombardeado, resultando en la muerte de 50 personas y la detención de personal médico.
La complicidad internacional y el doble rasero
Barghouti subrayó que esta situación no habría sido posible sin la permisividad de los gobiernos occidentales, que han permitido a Israel continuar con lo que él califica como crímenes de guerra. La administración estadounidense, según el líder palestino, está proporcionando a Israel “todo el arsenal militar posible”, y muchos gobiernos europeos siguen respaldando esta postura. “Es evidente que Israel no podría sostener su guerra ni una semana sin el apoyo de Washington”, argumentó.
Además, Barghouti destacó que las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) no solo están operando en Gaza, sino que también han ocupado partes de Siria y Líbano, y han comenzado bombardeos en Yemen. “Lo que vemos no es solo un gobierno israelí de ocupación, sino un gobierno fascista que actúa como una potencia imperial, tratando de imponer su control en toda la región”, afirmó.
El líder palestino comparó el comportamiento de Israel con el de los agresores de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, planteando una pregunta crucial para los gobiernos occidentales: “¿Por qué tienen un doble rasero cuando se trata de Israel? ¿Por qué se le permite a Israel estar por encima del derecho internacional?” Barghouti concluyó que el gobierno israelí debería ser sancionado, castigado y sometido a un boicot.