Un tribunal de Moscú ha condenado al ciudadano estadounidense Eugene Spector a 15 años de prisión y a una multa de 14 millones de rublos (aproximadamente 135,000 dólares) por cargos de espionaje. Según el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), Spector fue hallado culpable de recopilar datos “biomédicos” en el país, los cuales, según las autoridades rusas, podrían haber sido utilizados por el gobierno estadounidense para desarrollar un sistema de análisis genético de la población rusa.
En los últimos años, se han registrado varios casos de ciudadanos estadounidenses acusados de espionaje por parte de los servicios de seguridad rusos. Desde la escalada del conflicto en Ucrania en febrero de 2022, Moscú y las naciones occidentales han expulsado a diplomáticos mutuamente, alegando que estos eran espías.
Detalles del caso de Eugene Spector
El FSB ha declarado en un comunicado que Spector, actuando en interés del Pentágono y de una organización comercial vinculada a este, “recogió y entregó a una parte extranjera diversos datos biotecnológicos y biomédicos, incluidos materiales clasificados, con el objetivo de crear un sistema de cribado genético de alta velocidad de la población rusa por parte de EE.UU.”.
El lunes, el tribunal de Moscú impuso la condena a Spector, quien ya había sido sentenciado anteriormente a 3.5 años de prisión por actuar como intermediario en un caso de soborno. En 2022, fue declarado culpable de proporcionar a una asistente del exviceprimer ministro ruso Arkady Dvorkovich vales de viaje gratuitos entre 2015 y 2016, lo que fue considerado un pago por promover productos de varias compañías farmacéuticas.
El pasado agosto, un tribunal había ordenado su arresto bajo sospecha de espionaje, aunque los detalles del caso no fueron hechos públicos. Este caso se suma a un contexto más amplio de tensiones entre Rusia y Estados Unidos, que incluyen un intercambio de prisioneros a principios de este año, donde 26 individuos fueron cambiados entre ambos países, en el mayor canje de este tipo desde el final de la Guerra Fría.
Entre los estadounidenses liberados se encontraban el corresponsal del Wall Street Journal, Evan Gershkovich, y el exmarine Paul Whelan, ambos condenados por espionaje en Rusia. A cambio, diez ciudadanos rusos acusados por Washington de ser agentes de inteligencia y cibercriminales fueron enviados de regreso a Moscú.
En septiembre, Moscú declaró a seis diplomáticos británicos como personas non grata, alegando que sus actividades en el país “mostraban signos de trabajo de inteligencia y subversivo”. El Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido desestimó las acusaciones como “completamente infundadas”.