El 28 de diciembre de 2023 se cumplen 20 años de la aprobación de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Esta legislación, impulsada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, supuso un cambio significativo en la lucha contra la violencia machista en España, siendo aprobada por unanimidad en el Congreso de los Diputados. La ley nació en respuesta a las demandas del movimiento feminista, que exigía un enfoque integral para la protección de las mujeres maltratadas, en un contexto donde los crímenes por violencia de género eran considerados meramente homicidios con un agravante por parentesco, con una pena máxima de 15 años de prisión.
Un avance en la lucha contra la violencia de género
El asesinato de Ana Orantes en 1997, quien fue víctima de violencia de género y denunció públicamente su situación, marcó un punto de inflexión en la conciencia social española. Este trágico suceso fue determinante para la aprobación de la ley en 2004, que permitió visibilizar la violencia de género y establecer una serie de recursos especializados, como los juzgados de violencia de género, casas de acogida y centros de atención a mujeres. Desde su entrada en vigor, más de 2 millones de mujeres han denunciado situaciones de maltrato, algo impensable antes de la existencia de esta legislación, que también introdujo medidas como el número de teléfono 016, destinado a ofrecer asistencia a las víctimas.
A pesar de que la ley ha propiciado una disminución del 29% en el número de asesinatos por violencia de género, con un promedio de 52,4 víctimas anuales entre 2013 y 2022, el año 2024 ha comenzado con la trágica cifra de 43 mujeres asesinadas por esta causa. La conmemoración de esta ley también subraya la necesidad de un consenso político que permita avanzar en la lucha contra la violencia machista. Tanto el PSOE como el PP han reconocido la importancia de renovar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que enfrenta retos en su actualización y adaptación a las nuevas violencias, especialmente aquellas relacionadas con la tecnología y las dinámicas entre jóvenes. La unidad en este esfuerzo es crucial para erradicar un problema que persiste en la sociedad española, demandando una respuesta coordinada y eficaz de todas las instituciones.