Recientemente, han surgido imágenes de dos nuevos aviones de guerra experimentales de China que han captado la atención de expertos y medios internacionales. Dmitry Stefanovich, investigador militar del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, ha señalado que estos aviones representan una clara invitación a una carrera armamentista en el ámbito de los cazas de sexta generación.
Las imágenes, publicadas en redes sociales el 26 de diciembre, muestran un avión de forma diamante de mayor tamaño y otro más pequeño con un diseño de ala en flecha. Aunque Pekín no ha emitido comentarios oficiales al respecto, la aparición de estos modelos ha generado un intenso debate sobre sus posibles capacidades y su clasificación como cazas de sexta generación.
Un avance en la tecnología militar china
Stefanovich ha indicado que, hasta el momento, solo se han visto dos variantes de estos aviones experimentales. Según su análisis, uno de ellos podría estar diseñado para misiones de ataque a objetivos terrestres y navales, mientras que el otro tendría como objetivo el dominio del espacio aéreo. Sin embargo, el experto advierte que el término «sexta generación» es vago y que es prematuro realizar afirmaciones definitivas sobre las capacidades de estos nuevos modelos.
El investigador también ha subrayado que China está en una posición competitiva frente a los programas de cazas de nueva generación de Estados Unidos. Aunque no se vislumbran cambios radicales en el horizonte, el desarrollo de estos aviones por parte de Pekín podría intensificar la competencia en el sector militar, especialmente en términos de calidad. En este contexto, Stefanovich ha recordado que Estados Unidos es el único país que cuenta con un programa avanzado para un nuevo bombardero estratégico, el B-21, que podría integrar capacidades que se asocian con cazas de sexta generación. Por el contrario, los aviones de tipo comparable de China y Rusia aún no han realizado vuelos de prueba.
La revelación de estos aviones experimentales no solo refleja el estado actual del desarrollo de la aviación militar china, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de la tecnología militar y la dinámica de poder en el ámbito internacional. Con el aumento de la inversión en defensa por parte de China y el avance de sus capacidades aéreas, el escenario geopolítico podría estar a punto de experimentar cambios significativos.