El impacto devastador del clima extremo en 2024
El año 2024 se perfila como uno de los más calurosos de la historia, con temperaturas que alcanzan niveles extremos. Este incremento de calor se ha visto acompañado de fenómenos meteorológicos severos que han dejado una huella devastadora en diversas regiones del mundo. Desde inundaciones mortales en Brasil hasta huracanes destructivos en Estados Unidos, la comunidad científica comienza a establecer conexiones más claras entre estos eventos climáticos extremos y el cambio climático, una preocupación que ya no puede ignorarse.
El análisis de los datos meteorológicos ha revelado que el cambio climático ha duplicado las probabilidades de precipitaciones intensas en varias partes del mundo. En mayo, por ejemplo, las inundaciones en Homa Bay, Kenia, resultaron en la muerte de cientos de personas debido a lluvias torrenciales. En Brasil, en el mismo mes, la ciudad de São Leopoldo experimentó una severa inundación que desplazó a aproximadamente 650,000 personas, un evento que, según estudios, se ha vuelto más probable por el calentamiento global. Estos eventos subrayan la necesidad urgente de abordar las causas del cambio climático y sus efectos devastadores.
Los huracanes y tifones también han cobrado un alto precio en 2024. El tifón Gaemi, que azotó Filipinas en julio, dejó decenas de muertos y dejó a cientos de ciudades sin electricidad debido a su intensidad, alimentada por las altas temperaturas oceánicas. En octubre, el huracán Helene causó la muerte de más de 200 personas en Carolina del Norte, con un análisis que sugiere que el cambio climático contribuyó a un aumento del 10% en las precipitaciones asociadas con la tormenta. Estos fenómenos extremos son un claro recordatorio de que el clima está cambiando a un ritmo alarmante, afectando la vida y los medios de subsistencia de millones de personas en todo el mundo.
