La ciudad de Odesa ha retirado una estatua del célebre poeta, cantante y actor soviético Vladimir Vysotsky como parte de un amplio movimiento de «de-rusificación» que se ha intensificado en Ucrania desde el inicio del conflicto con Rusia en 2022. La decisión fue anunciada por el estudio de cine de Odesa, que confirmó que la estatua había sido desmantelada por orden de las autoridades locales y trasladada a sus instalaciones para su conservación.
La estatua de Vysotsky, que fue inaugurada en 2012 en una ceremonia a la que asistió su hijo, Nikita, se encontraba situada cerca del estudio de cine, conocido por haber producido la popular serie de televisión soviética «El lugar de encuentro no se puede cambiar», en la que Vysotsky interpretó a un detective de crímenes. La remoción de la estatua ha generado numerosas consultas por parte de los ciudadanos, quienes han expresado su interés por conocer el destino del monumento.
Contexto de la de-rusificación en Ucrania
La estatua de Vysotsky es solo una de las muchas que han sido objeto de este proceso de eliminación de símbolos asociados a la política imperial rusa. En septiembre, el consejo de la ciudad de Odesa incluyó la estatua en una lista de casi dos docenas de monumentos que se consideran representativos de dicha política. Entre ellos se encontraba también un monumento al poeta ruso Alexander Pushkin, que fue demolido a principios de diciembre y que contaba con la protección de la UNESCO como Patrimonio Cultural Mundial.
El gobernador regional, Oleg Kiper, ha sido uno de los principales impulsores de esta campaña, argumentando que el gobierno de Kiev ha excluido los monumentos a figuras soviéticas y rusas del registro nacional de sitios culturales, lo que les ha privado automáticamente de la protección de la UNESCO. Esta medida se enmarca dentro de una ley más amplia que busca la «descolonización» de nombres de calles, monumentos y memoriales en todo el país.
Desde el inicio de la invasión rusa, la eliminación de vínculos históricos con Rusia ha cobrado un nuevo impulso en Ucrania. En diciembre de 2022, se derribó una estatua de Catalina la Grande en Odesa, a pesar de que esta figura histórica es considerada fundadora de la ciudad. Sin embargo, la iniciativa ha encontrado resistencia, como es el caso del alcalde de Odesa, Gennady Trukhanov, quien ha defendido la importancia de preservar los tributos erigidos por los antepasados de la ciudad.
Este proceso de de-rusificación refleja no solo un cambio en la política cultural de Ucrania, sino también un intento de redefinir la identidad nacional en un contexto de conflicto y tensión con Rusia. La eliminación de estos símbolos busca, en última instancia, fortalecer la soberanía y la identidad ucraniana frente a la influencia histórica de su vecino del este.