Un nuevo cometa iluminará el cielo en 2025
En la segunda semana de enero de 2025, los astrónomos anticipan la llegada del cometa ATLAS (C/2024 G3), que se acercará al Sol y podría ofrecer un espectáculo visual impresionante. Este cometa, que sigue el rastro del C/2023 A3 (Tsuchinshan–ATLAS) que deslumbró en octubre, alcanzará su perihelio —su punto más cercano al Sol— el 13 de enero de 2025, a una distancia de tan solo 13,5 millones de kilómetros. Para poner esto en perspectiva, Mercurio, el planeta más cercano al Sol, orbita a una distancia de aproximadamente 47 millones de kilómetros.
El mismo día, el cometa G3 alcanzará su máxima luminosidad desde la Tierra. Se estima que su brillo podría llegar a una magnitud de -4,5, comparable al de Venus en su máximo esplendor. Sin embargo, se prevé que la mejor visibilidad del cometa se produzca principalmente en el hemisferio sur, donde podrá ser observado a simple vista en la constelación de Sagitario.
A pesar de su potencial luminosidad, la trayectoria del cometa G3 plantea interrogantes sobre su supervivencia. Su paso cercano al Sol lo expondrá a temperaturas extremas, lo que podría afectar su estructura. No obstante, los expertos sugieren que este cometa ya ha pasado por el sistema solar interior hace aproximadamente 160.000 años, lo que indica que podría haber sobrevivido a encuentros similares. Nick James, director de la sección de cometas de la Asociación Astronómica Británica, advierte que la observación del G3 podría ser peligrosa debido a su proximidad al Sol y recomienda que solo los astrónomos experimentados intenten avistarlo.
Además, las condiciones de observación se verán afectadas por la luz de la luna, que será particularmente brillante en los días previos a la luna llena, conocida como la «Luna Fría», que coincidirá con el perihelio del cometa. Sin embargo, se espera que la situación mejore para la visualización tras la luna llena, facilitando la observación del cometa en el cielo vespertino del hemisferio sur. El cometa G3, descubierto el 5 de abril de 2024 por el sistema de telescopios ATLAS, proviene de la Nube de Oort, una región del sistema solar que alberga numerosos cometas.
