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2024: Un año crítico para el clima global
El año 2024 se ha presentado como uno de los más desafiantes para el clima de la Tierra, caracterizado por temperaturas récord, eventos climáticos extremos y advertencias urgentes de los científicos sobre el acelerado ritmo del calentamiento global. Un análisis realizado por el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S), agencia de la Unión Europea que monitoriza el calentamiento global, sugiere que este año será el más caluroso desde que se iniciaron los registros instrumentales hace más de un siglo, superando los récords climáticos establecidos el año anterior.
Por primera vez, la temperatura media global ha superado los 1.5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, un umbral establecido en el Acuerdo de París para mitigar los peores efectos del cambio climático. Aunque un solo año por encima de este límite no implica necesariamente que se haya quebrantado el Acuerdo de París, como explica Samantha Burgess, subdirectora de C3S, sí subraya la urgencia de llevar a cabo acciones climáticas ambiciosas.
Consecuencias visibles del cambio climático
La Amazonía ha experimentado su peor sequía histórica, lo que ha llevado a que los ríos disminuyan a niveles críticamente bajos, afectando a comunidades que dependen del agua. Esta situación, combinada con la deforestación ilegal para la agricultura, ha contribuido a una temporada de incendios forestales catastrófica en América del Sur, donde el fuego ha arrasado áreas equivalentes al tamaño de Italia. Además, la tundra ártica, que había funcionado como un sumidero de carbono durante milenios, ha comenzado a liberar más carbono del que absorbe debido al calentamiento global, exacerbando el problema del cambio climático.
Expertos destacan que el año 2024 ha estado marcado por fenómenos meteorológicos extremos, como un aumento significativo en la actividad de huracanes en el Atlántico, que ha incluido tormentas letales. Este escenario de crisis climática ha llevado a la comunidad científica a advertir sobre la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a buscar soluciones políticas efectivas, especialmente a la luz de los resultados de la reciente cumbre climática de la ONU, donde se criticó la falta de acciones concretas por parte de los países industrializados.
