La conmemoración del centenario del nacimiento de Brian Friel en 2029 dará lugar a un ambicioso proyecto que busca acercar sus obras a las comunidades y paisajes que lo inspiraron. Este esfuerzo, titulado «FrielDays – a Homecoming», se desarrollará a lo largo de cinco años y traerá a la vida los 29 dramas del aclamado dramaturgo irlandés en diferentes localidades de Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
Brian Friel, fallecido en 2015, es considerado una figura singular en la literatura irlandesa, ya que su trayectoria abarca tanto Irlanda del Norte como la República de Irlanda, lo que le permitió anclar sus obras en las distintas culturas e historias de ambas regiones. «FrielDays» se llevará a cabo bajo la dirección de Seán Doran y Arts Over Borders, con el objetivo de realizar lecturas y representaciones en espacios comunitarios, iglesias y escuelas, es decir, en los mismos lugares donde se desarrollan las historias de sus obras.
El proyecto comenzará en 2025 y se centrará inicialmente en obras emblemáticas como «Dancing at Lughnasa», «Translations», «Faith Healer», «The Home Place» y «Volunteers», una obra que Friel apreciaba a pesar de su recepción fría en Londres y Dublín. La interpretación de «Faith Healer» se llevará a cabo en diferentes escenarios a lo largo de la campiña irlandesa, trasladando al público de un pueblo a otro, cruzando fronteras. Doran señala que esto busca mostrar la frontera no como un divisor, sino como un vínculo, resaltando los temas de identidad y migración en la obra de Friel.
Asimismo, «Translations» se representará en áreas de habla irlandesa, donde la combinación de inglés y gaélico ofrecerá una experiencia inmersiva. Cada año se añadirán más obras al programa, con la meta de presentar todas las piezas del autor para su centenario. Las representaciones se llevarán a cabo en la misma estación o incluso en el mismo mes en que Friel escribió las obras, fortaleciendo así el sentido de lugar y tiempo para la audiencia.
El proyecto también incluirá una «escuela de seto», en referencia a las escuelas católicas secretas de los siglos XVIII y XIX, donde se explorarán los temas de las obras en un entorno rural. Doran enfatiza que este esfuerzo va más allá de una simple celebración de la obra de Friel; se trata de una reevaluación de su canon a través de una conexión viva con las obras, que, de otro modo, quedarían atrapadas entre las páginas de un libro.