El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, ha afirmado que la resistencia de su país ante las sanciones impuestas por Washington aumentará a medida que se intensifiquen las medidas restrictivas. En una entrevista publicada por la agencia Tasnim, Araghchi subrayó que Irán no se opone a nuevas negociaciones sobre su programa nuclear, pero enfatizó que estas no deben ser un mero ejercicio sin sentido. El éxito de cualquier diálogo dependerá de la disposición de Estados Unidos y sus aliados a tratar a la República Islámica con respeto.
La postura de Irán sobre su programa nuclear
El ministro iraní destacó que el programa nuclear de su país es completamente pacífico y que Teherán está dispuesto a abordar las preocupaciones de otras naciones, siempre que no se impongan limitaciones a su desarrollo pacífico. «Operamos dentro de ese marco. Aquellos que tengan inquietudes son bienvenidos a presentarse para que podamos discutir y negociar para abordar sus preocupaciones», afirmó Araghchi.
Araghchi también advirtió que la política de sanciones, especialmente la estrategia de «máxima presión» implementada por el gobierno de Donald Trump, no tendrá éxito con Irán. «Cuantas más sanciones y presiones impongan sobre Irán, más resistencia mostrará el país», declaró. Hizo un llamado a las naciones occidentales para que traten a Irán con dignidad y respeto, sugiriendo que si optan por negociaciones justas y dignas, Irán responderá en la misma línea.
El jefe de la diplomacia iraní argumentó que la comprensión de Estados Unidos y sus aliados se basa en el lenguaje de la fuerza. Según él, las capacidades misilísticas de Irán son lo que lleva a Occidente a buscar el diálogo en lugar de recurrir a la fuerza militar. «He dicho muchas veces y creo firmemente que si no fuera por nuestras capacidades misilísticas, nadie estaría negociando con nosotros», señaló Araghchi, añadiendo que la incapacidad de eliminar militarmente las instalaciones nucleares de Irán es lo que ha llevado a las potencias a sentarse a la mesa de negociaciones.
Las actividades de enriquecimiento de uranio de Irán han sido vistas por Occidente como un intento encubierto de desarrollar armas nucleares, algo que Teherán ha negado repetidamente. En 2015, Irán alcanzó un acuerdo nuclear con las potencias mundiales, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto, que limitaba su programa nuclear a cambio de un alivio parcial de las sanciones. Sin embargo, en 2018, Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo bajo la administración de Trump, lo que llevó a Irán a intensificar sus capacidades de enriquecimiento, mientras que los esfuerzos por revivir el acuerdo han fracasado hasta ahora.
Recientemente, el director de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, expresó su preocupación por el acelerado enriquecimiento de uranio por parte de Irán, que ha alcanzado niveles de hasta el 60% de pureza, lo que considera un desarrollo «muy preocupante».
