La reciente situación en torno a la no inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor por parte del FC Barcelona no es un fenómeno aislado en el fútbol español. Este tipo de circunstancias ha tenido precedentes en la liga, como el caso de Pedro León en 2014. En aquella ocasión, el Getafe no pudo inscribir al jugador murciano debido a que el club había superado el límite de coste de plantilla establecido en 17 millones de euros. Como resultado, Pedro León se vio obligado a permanecer sin jugar durante medio año por los problemas económicos que atravesaba el Getafe en ese periodo.
La controversia en torno a la no inscripción de Pedro León generó un intenso debate. A pesar de que la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) respaldaron al jugador y decidieron expedir su licencia para que pudiera ser alineado en el siguiente partido, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) se opuso categóricamente. Argumentó que la licencia no era válida y que cualquier alineación del jugador sería considerada como alineación indebida, lo que complicó aún más la situación y llevó a un conflicto legal que se extendió durante meses.
El recurso presentado por Pedro León ante el Juzgado de lo Mercantil número ocho de Madrid resultó en la admisión de medidas cautelares que le permitieron volver a jugar, aunque este proceso se prolongó durante seis meses. Sin embargo, la LFP continuó con su oposición, lo que llevó a un largo proceso judicial que culminó con diversas sentencias que no favorecieron al jugador, a pesar de sus argumentos sobre el abuso de posición dominante por parte de la liga. Esta serie de eventos se convierte en un referente importante para el FC Barcelona en la actualidad, que busca soluciones legales en el contexto de la no inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor.