El primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, ha renovado sus llamados a la independencia de Dinamarca tras el renovado interés del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, por adquirir la isla ártica. En su discurso de Año Nuevo, Egede subrayó la necesidad de “eliminar los obstáculos a la cooperación, que podemos describir como las cadenas de la era colonial, y avanzar”, lo que sugiere la posibilidad de un referéndum sobre la independencia.
“Nuestra cooperación con otros países y nuestras relaciones comerciales no pueden seguir teniendo lugar únicamente a través de Dinamarca”, afirmó Egede. “Ya hemos comenzado a crear el marco para Groenlandia como un estado independiente”. Groenlandia, la isla más grande del mundo con una población de aproximadamente 56,000 habitantes, ha sido un territorio autónomo dentro del Reino de Dinamarca desde 1979, gestionando sus asuntos internos mientras Copenhague supervisa las políticas exteriores y de defensa.
A pesar de tener el derecho legal a declarar su independencia, persisten preocupaciones sobre la sostenibilidad económica de Groenlandia, cuya economía depende en gran medida de la pesca y de las subvenciones anuales de Dinamarca, que constituyen alrededor de dos tercios de su presupuesto. Una encuesta de 2016 indicó que el 64% de los groenlandeses favorecían la independencia total. Sin embargo, un sondeo de 2017 reveló que el 78% se opondría si esto conllevara una disminución en su nivel de vida.
Interés estadounidense y respuesta danesa
El presidente electo de EE. UU. declaró en una publicación de diciembre en Truth Social que “por razones de seguridad nacional y libertad en todo el mundo, Estados Unidos considera que la propiedad y el control de Groenlandia son una necesidad absoluta”. Durante su primer mandato, Trump expresó repetidamente su intención de comprar Groenlandia, refiriéndose a la posible adquisición como “un gran negocio inmobiliario”. Su renovado interés ha encontrado firmes rechazos tanto de funcionarios groenlandeses como daneses.
“Groenlandia es nuestra. No estamos a la venta y nunca estaremos a la venta”, afirmó Egede de manera contundente en diciembre. De manera similar, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, desestimó la propuesta, enfatizando que Groenlandia no está en el mercado. Poco después de la publicación de Trump, Dinamarca anunció planes para aumentar su presencia militar en la región y en Groenlandia. El ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, reveló un paquete de defensa que supera los 1.5 mil millones de dólares, destinado a mejorar la vigilancia y la seguridad en el área. Esta iniciativa incluye el despliegue de embarcaciones de patrulla, drones de largo alcance y personal adicional en el Comando Ártico.
“No hemos invertido lo suficiente en el Ártico durante muchos años; ahora estamos planeando una presencia más fuerte”, dijo Poulsen, calificando el momento del anuncio como una “ironía del destino”.
La importancia estratégica de Groenlandia ha crecido debido a sus abundantes recursos naturales, como los minerales de tierras raras, y su ubicación clave en el Ártico, que se vuelve cada vez más accesible debido al cambio climático. El potencial del Ártico para la extracción de recursos y nuevas rutas de navegación ha atraído el interés global, particularmente de Rusia, China y Estados Unidos.
Las próximas elecciones parlamentarias en Groenlandia, programadas para antes del 6 de abril de 2025, se espera que desempeñen un papel crucial en la determinación del futuro de la isla. “Es necesario dar pasos importantes… El período electoral que se avecina debe, junto con los ciudadanos, crear estos nuevos pasos”, concluyó Egede.