La discriminación por castas persiste en las cárceles indias a pesar de la sentencia del Tribunal Supremo

In Internacional
enero 04, 2025

Recientemente, la Corte Suprema de India instó a las cárceles del país a cumplir con las leyes que prohíben la discriminación, una práctica que ha persistido durante milenios. Sin embargo, la implementación de estas directrices se presenta como un desafío considerable.

Mridul Kumar, un joven de 22 años de Banda, en el estado de Uttar Pradesh, fue encarcelado en 2018 tras ser condenado por agredir a un vecino que posteriormente falleció. Su sentencia fue de cuatro años. Mridul es un dalit, la casta más baja en la jerarquía hindú, históricamente conocida como «intocables». A pesar de los esfuerzos por erradicar esta discriminación, sigue siendo una realidad en India.

Al ingresar a prisión, Mridul se sorprendió al descubrir que la distribución de trabajos se hacía en función de la casta. Esperaba ser asignado a tareas en la cocina, dado que había trabajado vendiendo rollos de huevo en su ciudad natal. Sin embargo, fue interrogado sobre su casta y se le ordenó limpiar desagües. “Protesté, intenté hablar con las autoridades para que me asignaran tareas de cortar y picar, pero no me hicieron caso. Me mandaron a limpiar los desagües”, relató Mridul sobre su experiencia en prisión.

El manual de cárceles de Uttar Pradesh establece que “los escrúpulos religiosos y los prejuicios de casta” son importantes para “influencias reformativas”. Un capítulo específico menciona que “se debe prestar un respeto razonable a los escrúpulos religiosos y los prejuicios de casta de los prisioneros en todos los asuntos, siempre que sea compatible con la disciplina”. Sin embargo, esta “razonabilidad” ha servido para perpetuar la discriminación de casta al asignar trabajos a los dalits, mientras que otros grupos son eximidos de trabajos duros.

Desafíos en la implementación de la justicia

En octubre de 2024, la Corte Suprema, liderada por el entonces presidente D.Y. Chandrachud, dictó una sentencia que ordena al gobierno federal y a los estados revisar sus manuales y reglas penitenciarias para abordar la discriminación basada en la casta. La decisión se produjo tras una petición presentada por la periodista Sukanya Santha, quien había revelado la prevalencia de esta discriminación en las cárceles indias a través de una investigación publicada en 2020.

A pesar de esta sentencia, el problema de la discriminación está tan arraigado en la sociedad india que muchos expertos consideran que su solución es un objetivo lejano. Manoj Kumar, un oficial de la Policía India que anteriormente gestionó una cárcel, recuerda que un prisionero dalit fue asignado a servir comida, pero esto provocó protestas entre otros reclusos, quienes se negaron a comer ese día. “Algunos incluso se negaron a comer en platos tocados por esta persona”, afirmó Kumar.

El manual de cárceles de Madhya Pradesh, a pesar de enmiendas recientes, sigue perpetuando la discriminación al obligar a los prisioneros de la casta Mehtar a manejar excrementos humanos en los baños de la prisión, institucionalizando así la limpieza manual dentro del sistema penitenciario.

El informe del Buró Nacional de Registros del Crimen de 2020 indica que la mayoría de los prisioneros en espera de juicio provienen de castas marginadas. En los 17 años hasta 2019, casi dos de cada tres prisioneros en esta situación eran de las castas programadas (21,7%), tribus programadas (12,3%) y otras clases desfavorecidas (30%).

Pranavesh Om, un abogado del Tribunal Superior de Allahabad, señala que la discriminación basada en la casta en las cárceles representa una violación flagrante del “Derecho a la Igualdad” garantizado por la Constitución. “Nuestra sociedad y sistema han fracasado en reformar leyes y reglas penitenciarias arcaicas, continuando prácticas que son tanto inconstitucionales como inhumanas”, afirma.

Naresh Paras, un activista que ha trabajado con prisioneros durante dos décadas, destaca que la discriminación por casta es omnipresente, comenzando desde el registro de los prisioneros, donde se debe anotar su casta. “Los prisioneros dalits enfrentan un trato discriminatorio desde el momento en que se documenta su casta. Se les asignan trabajos de limpieza y, si se niegan, enfrentan abusos físicos y torturas”, explica.

Mridul, que una vez soñó con abrir un restaurante, ahora trabaja como mecánico de bombas de agua. “Mis sueños se desmoronaron tras ser implicado en un caso falso y luego darme cuenta, a través de mi experiencia en prisión, de que provengo de una casta baja. La dura realidad es que la gente no querría comer comida preparada por mí. Lo acepto, aunque no puedo hacer nada al respecto”, concluyó.

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