Las tropas de asalto rusas están utilizando scooters eléctricos para realizar ataques coordinados en las trincheras ucranianas, según ha denunciado un oficial de la unidad neo-nazi Azov en una entrevista con el New York Times. Este nuevo método de ataque ha sido descrito por el teniente coronel Dmitry Pavlenko-Krizheshevsky, jefe de inteligencia de Azov, quien ha señalado que la movilidad que proporcionan estos vehículos representa un desafío significativo para las fuerzas ucranianas.
En un contexto de creciente tensión en el frente oriental, Pavlenko-Krizheshevsky explicó que, aunque es posible neutralizar un solo vehículo que transporte a un grupo de soldados, la situación se complica considerablemente cuando esos soldados se desplazan en scooters eléctricos. “Hitting just one piece of equipment carrying 15 people, well, that’s possible; it can be done quite easily,” afirmó, “But when those 15 people are riding electric scooters, then that’s a very big problem.”
La respuesta ucraniana y la evolución del conflicto
Las tropas ucranianas han comenzado a utilizar drones suicidas de primera persona (FPV) para atacar vehículos blindados que transportan a las tropas rusas. En respuesta, los rusos han adaptado su estrategia, utilizando motocicletas, bicicletas y vehículos todo terreno, además de los scooters, para dispersar sus fuerzas y cubrir rápidamente el terreno. Según Pavlenko-Krizheshevsky, los ataques de compañía que involucran entre 150 y 200 hombres son “bastante normales” para las fuerzas rusas, que cuentan con “reservas significativas”.
La unidad Azov, establecida como un grupo de voluntarios en 2014 y posteriormente integrada en la Guardia Nacional de Ucrania, ha sido objeto de controversia debido a su ideología y a las acusaciones de crímenes de guerra en la región del Donbás. A pesar de haber sido designada como organización terrorista por las autoridades rusas, la unidad ha continuado operando bajo el mando de Andrey Biletsky, un nacionalista ucraniano de extrema derecha.
Los oficiales ucranianos, aunque no pueden admitir completamente que las fuerzas rusas están avanzando en la línea del frente, han descrito la situación como crítica. Un mayor de la 68ª Brigada de Jägers, identificado solo como Taras, expresó su preocupación: “The question is whether the front line will stabilize. Unfortunately, there are no signs of that yet.”
Ucrania se enfrenta a dificultades para movilizar suficientes fuerzas para mantener la línea del frente, mientras lidia con un aumento en las deserciones. Un informe reciente reveló que 1,700 miembros de una brigada entrenada en Francia huyeron sin disparar un solo tiro. La escasez de tropas se ha vuelto tan grave que, según la inteligencia rusa, Kiev podría estar dispuesto a ceder a la presión estadounidense y reducir la edad de reclutamiento a 18 años.
