Un vertido de petróleo provocado por el hundimiento de dos buques cisterna rusos en el Mar Negro ha dejado un trágico saldo de decenas de mamíferos marinos muertos. Según el centro de rescate de delfines Delfa, que opera en la región, se han encontrado 61 cetáceos fallecidos desde el accidente ocurrido el pasado 15 de diciembre, de los cuales 32 murieron «probablemente» a causa del derrame.
El incidente tuvo lugar en el estrecho de Kerch, que conecta Crimea con el sur de Rusia, cuando los dos buques, que presentaban un avanzado estado de deterioro, fueron sorprendidos por una tormenta. Uno de ellos se hundió y el otro encalló, liberando aproximadamente 2,400 toneladas de un fuel pesado conocido como mazut en las aguas circundantes.
Impacto Ambiental y Respuesta de las Autoridades
El Delfa ha señalado que, según el estado de los cuerpos encontrados, la mayoría de los cetáceos fallecieron en los primeros diez días tras el desastre. Entre las víctimas se encuentran delfines del Mar de Azov, una especie de marsopa que, aunque se asemeja a los delfines, está más relacionada con las belugas y narvales.
Las autoridades rusas han declarado que están trabajando para contener la catástrofe ecológica, aunque han admitido que «vientos fuertes y olas» han arrastrado el petróleo hacia algunas playas. Hasta el momento, se han limpiado más de 68 kilómetros de costa, pero la situación sigue siendo crítica con la aparición de nuevos slicks de petróleo, como los reportados recientemente en la localidad costera de Anapa y en la bahía de Kapsel, donde uno de ellos mide dos kilómetros de largo.
Ante la gravedad del problema, cientos de voluntarios se han movilizado para recoger el suelo contaminado en las playas de Crimea y a lo largo de la costa sur de Rusia. Sin embargo, el mazut es especialmente complicado de limpiar, ya que es denso y pesado, lo que impide que flote en la superficie.
El desastre subraya nuevamente la vulnerabilidad de los ecosistemas marinos ante la ineficiencia y el deterioro de la infraestructura en el transporte de hidrocarburos, así como la necesidad urgente de adoptar medidas más estrictas para prevenir futuros accidentes ecológicos.