Según un análisis de 2024 realizado por la firma de encuestas Gallup, los medios de comunicación son el grupo menos confiable entre diez instituciones cívicas y políticas involucradas en el proceso democrático en Estados Unidos. A pesar de los compromisos de las organizaciones periodísticas por ofrecer información basada en hechos y de sus esfuerzos continuos por construir confianza, la población estadounidense, independientemente de su inclinación política, se muestra escéptica ante la credibilidad que los medios tradicionales se atribuyen.
El término «medios de comunicación tradicionales» hace referencia a los principales periódicos nacionales como el New York Times, cadenas de noticias como CNN y Fox News, así como las redes de noticias ABC o NBC y sus afiliados locales. Aunque las divisiones partidistas en Estados Unidos se han profundizado, el Pew Internet Research ha encontrado que esta definición es consistente tanto entre republicanos como entre demócratas.
La credibilidad de los medios tradicionales ha ido en declive durante años, pero esta tendencia ha cobrado nueva relevancia desde las elecciones presidenciales de 2024, cuando muchos medios subestimaron nuevamente las posibilidades electorales del entonces presidente electo Donald Trump. Frente a este escenario, un profesor de periodismo ha propuesto un enfoque que podría ayudar a restaurar la credibilidad en el periodismo: el periodismo de solidaridad.
El periodismo de solidaridad
El concepto de solidaridad, tal y como lo define el académico, implica un compromiso con la dignidad básica de las personas que se traduce en acciones concretas. Desde 2014, su investigación se ha centrado en el rol de la solidaridad en el periodismo que representa a comunidades marginadas, como las personas sin hogar, quienes padecen inseguridad alimentaria o son víctimas de violencia. Estos grupos no pueden simplemente optar por salir de las condiciones que ponen en riesgo su supervivencia y seguridad.
Los periodistas que cubren estas poblaciones y temas de manera precisa se diferencian de la mayoría de la cobertura noticiosa. Al informar desde una perspectiva de solidaridad, los periodistas utilizan criterios de noticiabilidad, tácticas de obtención de fuentes y estilos de enmarcado distintos a los que suelen emplear los medios tradicionales. Sin embargo, pocos periodistas utilizan el término «solidaridad» para describir sus prácticas; más bien, esta se manifiesta en la forma en que algunos periodistas realizan su trabajo.
En el ámbito de la noticiabilidad, la pregunta que los periodistas suelen hacerse es: «¿Es esto noticia?». Por lo general, los editores buscan criterios simples como la novedad y la presencia de personas con poder institucional. Sin embargo, al abordar la información desde una perspectiva de solidaridad, los periodistas consideran que la supervivencia y la seguridad de las personas están en juego, lo que convierte una historia en noticiable.
Un ejemplo de este enfoque es un artículo publicado por Outlier Media en marzo de 2023, titulado «Los inquilinos de Detroit se están organizando y haciendo mayores demandas», que se centra en las luchas de los inquilinos por necesidades básicas como sistemas de alcantarillado funcionales, agua caliente y electricidad. Los periodistas que informan en solidaridad no esperan el reconocimiento de los líderes políticos; creen que cuando la dignidad básica de las personas está en riesgo, es un tema que merece ser cubierto.
En cuanto al manejo de fuentes, estas son las personas, instituciones y datos que los periodistas utilizan para proporcionar evidencia en sus reportajes. En los peores casos, las fuentes marginadas describen a los reporteros como hostiles, transaccionales y extractivos. Los periodistas que cubren desde una perspectiva de solidaridad se involucran no solo por la historia, sino también por las personas afectadas. Dedican tiempo a escuchar a quienes viven la problemática y regresan después de la publicación para continuar la conversación, especialmente cuando las luchas persisten.
El enmarcado en el periodismo se refiere a cómo se cuenta una historia. No es posible incluir todas las fuentes o todos los aspectos de un tema, y los marcos moldean quién y qué se incluye en una historia. Comúnmente, el enmarcado de noticias se centra en cómo los funcionarios definen un asunto. Sin embargo, el enmarcado de solidaridad prioriza las experiencias de quienes viven una problemática que afecta su dignidad básica.
Por último, el periodismo de solidaridad tiene el potencial de cumplir con el papel que siempre ha pretendido desempeñar en la sociedad: ofrecer un relato veraz basado en lo que realmente ocurre en el terreno, a personas reales y en tiempo real, generando un impacto tangible. Grupos históricamente marginados han abogado por un periodismo que refleje sus vidas de manera precisa, lo que sugiere que un enfoque de solidaridad podría ser más creíble y efectivo en la actualidad.
