En el contexto de las inversiones para la jubilación, los fondos de fecha objetivo (TDF, por sus siglas en inglés) han ganado popularidad entre los participantes de planes 401(k) en Estados Unidos. Estos fondos permiten a los inversores poner sus ahorros en piloto automático, asumiendo una gestión simplificada de sus inversiones a lo largo del tiempo. Según datos de la Plan Sponsor Council of America, aproximadamente el 29% de los activos en un plan 401(k) promedio estaban en TDFs en 2023, un incremento notable desde el 16% en 2014.
Se prevé que para 2027, los fondos de fecha objetivo capturen cerca del 66% de todas las contribuciones 401(k) y alrededor del 46% de los activos totales de estos planes estarán en TDFs, según estimaciones de la firma de investigación de mercado Cerulli Associates. Este auge se debe, en gran medida, a la adopción generalizada de estos fondos por parte de los empleadores como la opción predeterminada para los trabajadores que son automáticamente inscritos en sus planes de jubilación.
Cómo funcionan los fondos de fecha objetivo
Los expertos financieros generalmente recomiendan a los inversores que disminuyan el riesgo de sus ahorros a medida que envejecen, lo que implica una transición de activos más agresivos, como acciones, a inversiones más estables, como bonos y efectivo. Los TDFs realizan esta transición de forma automática, basándose en el año estimado de jubilación del inversor.
Por ejemplo, un inversor de 35 años que espera jubilarse en 30 años probablemente elegiría un fondo para 2055. A medida que se acerca la fecha de jubilación, la asignación de activos del fondo se vuelve más conservadora.
La simplicidad de los TDFs es uno de sus principales atractivos, siendo considerados como una solución integral para aquellos ahorradores de 401(k) que no disponen del tiempo o conocimientos suficientes para gestionar un portafolio personalizado. Christine Benz, directora de planificación financiera y jubilación en Morningstar, ha destacado que los TDFs representan un desarrollo positivo para los inversores, permitiéndoles evitar decisiones de inversión que pueden erosionar sus rendimientos.
Sin embargo, aunque estos fondos ofrecen beneficios para muchos, también presentan desventajas para ciertos inversores. Es fundamental entender que, aunque los inversores puedan esperar jubilarse a una edad similar, no todos tienen la misma tolerancia al riesgo ni los mismos objetivos de inversión. Algunos pueden preferir un enfoque más agresivo, centrándose en inversiones en sectores de alta tecnología o en opciones socialmente responsables.
Además, los administradores de activos pueden tener filosofías de inversión variables, lo que significa que los fondos ofrecidos por un empleador podrían no alinearse con el perfil de riesgo del inversor. Por lo tanto, es crucial que cada persona evalúe el nivel de riesgo que toma al invertir en un fondo de fecha objetivo específico.
A pesar de sus limitaciones, los fondos de fecha objetivo pueden ser una herramienta valiosa para aquellos que buscan una mezcla de inversión sensata, adecuada a su etapa de vida, y que quizás no están familiarizados con los principios básicos de inversión. De esta manera, los TDFs ofrecen una alternativa accesible y, en muchos casos, efectiva para la planificación de la jubilación, especialmente en un contexto donde la educación financiera no siempre está al alcance de todos.
