Los Países Bajos han dado un paso significativo en la transparencia histórica al identificar públicamente a 425,000 sospechosos de colaborar con los nazis, tras la expiración de una restricción de acceso de 75 años que entró en vigor el 1 de enero. Esta revelación se enmarca dentro del proyecto «Guerra en los Tribunales», impulsado por el Instituto Huygens y financiado con 18.5 millones de dólares por tres ministerios neerlandeses.
Los registros, que forman parte de los Archivos Centrales para la Jurisdicción Criminal Especial (CABR), documentan las investigaciones sobre individuos acusados de haber ayudado a la Alemania nazi durante su ocupación de los Países Bajos entre 1940 y 1945. A pesar del creciente interés público, las leyes de privacidad limitan el acceso a los expedientes completos, que solo pueden ser consultados si la persona en cuestión ha fallecido, ha otorgado permiso o si la solicitud es para fines de investigación científica.
Acceso restringido y digitalización de archivos
El acceso a la información requiere detalles personales específicos, y el sistema no indica si alguien fue condenado ni especifica la naturaleza de su supuesta colaboración. En su lugar, los usuarios reciben números de referencia para archivos físicos almacenados en los Archivos Nacionales, donde el acceso se concede solo con prueba de interés legítimo.
Los archivos fueron inicialmente organizados mediante un sistema de tarjetas que agrupaba nombres similares fonéticamente, lo que provocaba frecuentes errores y retrasos. Este sistema fue digitalizado en 2010, fusionando documentos escaneados con datos introducidos manualmente. Sin embargo, no todos los nombres tienen archivos correspondientes, y las búsquedas están limitadas a los nombres de los sospechosos, sin opción de buscar por testigos o víctimas.
El proyecto de digitalización, lanzado en 2023, tiene como objetivo producir 30 millones de escaneos en un periodo de cuatro años, habiéndose completado 8 millones hasta la fecha de su lanzamiento. Los registros documentan casos de individuos sospechosos de haber servido en fuerzas nazis, de haber ayudado a los ocupantes alemanes o de haber sido miembros del Movimiento Nacional Socialista (NSB), el principal partido pro-nazi en los Países Bajos.
Durante la ocupación nazi, más de 100,000 judíos neerlandeses, alrededor de tres cuartas partes de la población judía en el país, fueron asesinados en el Holocausto, junto con opositores políticos, personas romaníes, miembros de la comunidad LGBTQ y otros perseguidos por los nazis. Tras la guerra, los Países Bajos procesaron a miles de sospechosos de colaboración; algunos recibieron largas penas de prisión, exilio o incluso la ejecución, aunque muchos casos fueron desestimados por falta de pruebas. Las autoridades enfatizan que aparecer en el archivo no confirma la culpabilidad, sino que simplemente refleja que un individuo fue objeto de investigación.