La contaminación por plomo en la antigua Roma y su impacto en la salud cognitiva
En la antigua Roma, la exposición al plomo era tan generalizada que, según investigaciones recientes, podría haber reducido el coeficiente intelectual promedio de las personas en aproximadamente 2.5 a 3 puntos. Este estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, reaviva debates sobre el papel que pudo haber jugado la contaminación por plomo en la caída del imperio romano.
Los investigadores relacionaron las muestras de plomo encontradas en el hielo de Groenlandia con los procesos de fundición de plata en la antigua Roma, determinando que la enorme cantidad de contaminación ambiental generada por estas actividades afectó a gran parte de Europa. A través de estudios sobre la exposición al plomo en la sociedad moderna, los científicos pudieron estimar la cantidad de plomo que probablemente circulaba en el torrente sanguíneo de los romanos y los efectos que esto tendría en su cognición.
El plomo, un neurotóxico potente, continúa siendo una amenaza para la salud pública en la actualidad, ya que no existe una cantidad segura de exposición. Los efectos del plomo abarcan desde discapacidades en el aprendizaje hasta problemas reproductivos y trastornos de salud mental. Los autores del estudio señalaron que sus hallazgos representan un ejemplo claro de la contaminación industrial a gran escala en la historia, evidenciando que las actividades humanas de hace 2,000 años ya estaban teniendo impactos significativos en la salud ambiental y pública.
La historia de esta contaminación antigua quedó atrapada en la capa de hielo de Groenlandia, donde la composición química del hielo puede proporcionar pistas valiosas sobre los ambientes pasados. Al analizar núcleos de hielo, los científicos pueden medir cualidades como las concentraciones de plomo a lo largo del tiempo, lo que les permitió observar cómo los niveles de plomo fluctuaron en correlación con eventos clave en la historia económica de Roma.
Los investigadores hallaron que la exposición promedio al plomo en la antigua Roma era aproximadamente un tercio de la de los Estados Unidos a finales de los años 70, cuando el uso de gasolina con plomo alcanzó su pico. Se estima que los habitantes más cercanos a las minas de plata en la península ibérica experimentaron las mayores concentraciones de plomo en sangre, sugiriendo que prácticamente nadie escapaba a esta exposición. Sin embargo, los resultados del estudio no reflejan completamente el alcance de las consecuencias para la salud del plomo en la antigua Roma, ya que la población también estaba expuesta a través de otros medios, como el vino endulzado en recipientes de plomo y la plomería de plomo.
Los hallazgos del estudio podrían reavivar el debate sobre la influencia del plomo en el declive del imperio romano. Historiadores y expertos médicos han discutido durante décadas si el plomo contribuyó a la caída del imperio y en qué medida, y aunque se reconoce que el plomo fue solo un factor entre muchos, la nueva investigación sugiere que la exposición al plomo pudo haber tenido un efecto significativo en la salud y el bienestar de la población romana.