El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha manifestado su disposición a considerar acciones militares o económicas para recuperar el control del Canal de Panamá y adquirir el territorio danés de Groenlandia. Durante una conferencia de prensa en su residencia de Mar-a-Lago, Trump fue cuestionado sobre si podría garantizar que no utilizaría coerción militar o económica en sus esfuerzos por obtener ambos territorios, a lo que respondió negativamente.
“No, no puedo asegurarles nada sobre esos dos puntos. Pero puedo decir esto: los necesitamos para la seguridad económica”, afirmó Trump, quien ha expresado en varias ocasiones su interés por comprar Groenlandia a Dinamarca.
El presidente electo argumentó que “la gente realmente no sabe si Dinamarca tiene algún derecho legal sobre Groenlandia, pero si lo tiene, debería renunciar a él porque lo necesitamos”, describiendo la adquisición como una “necesidad absoluta” para la seguridad nacional de Estados Unidos.
En un giro curioso, Donald Trump Jr. llegó a Groenlandia en un viaje que calificó de “personal”, sin reuniones oficiales programadas. A su llegada, el hijo del presidente electo saludó a la multitud, afirmando que su padre “envía saludos a todos en Groenlandia”.
Reacciones internacionales y la postura de Dinamarca
El magnate tecnológico Elon Musk, cercano aliado de Trump, también ha mostrado apoyo a la idea, sugiriendo en redes sociales que los habitantes de Groenlandia “quieren ser parte de América” y que serían “muy bienvenidos”. Sin embargo, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, reiteró que Groenlandia “no está a la venta” y nunca lo estará, enfatizando que “Groenlandia pertenece a los groenlandeses”.
Groenlandia, la isla más grande del mundo, se sitúa entre los océanos Atlántico y Ártico, y alberga una importante base militar estadounidense. Desde 1979, el territorio goza de un grado de autonomía bajo la soberanía danesa.
Trump también ha manifestado su deseo de recuperar el control del Canal de Panamá, que fue transferido a Panamá en 1977 por el entonces presidente Jimmy Carter. En diciembre pasado, el presidente panameño, José Raúl Mulino, reafirmó que “cada metro cuadrado del Canal de Panamá y su área adyacente pertenece a Panamá, y seguirá siendo así”.
En un comentario adicional durante la misma conferencia, Trump propuso renombrar el Golfo de México como el “Golfo de América”, argumentando que tiene un “sonido hermoso” y es “apropiado”. “Eso cubre un gran territorio. El Golfo de América. Qué nombre tan bonito”, concluyó.
