El Real Madrid respira aliviado tras la decisión del Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que ha sancionado a Vinicius Junior con dos partidos de suspensión. Esta medida se deriva del empujón que el delantero brasileño propinó al portero del Valencia, Dimitrievski, durante el encuentro disputado el pasado 3 de enero. El comité ha considerado este acto como una «acción de violencia en el juego», aunque la redacción del acta del árbitro Soto Grado ha sido determinante para que la sanción sea menor a la inicialmente contemplada, que podría haber sido de hasta cuatro encuentros. En el acta, se especificó que el brasileño golpeó a un adversario en la cabeza de forma deliberada, aunque no se indicó que el balón no estaba en juego en ese momento, lo que le ha salvado de una sanción más severa.
La resolución del Comité se basa en el artículo 130 del código disciplinario, que establece que las acciones violentas que no causan daños o lesiones deben ser sancionadas con dos a tres partidos de suspensión. El Real Madrid, liderado por Carlo Ancelotti, había argumentado desde el inicio que la expulsión de Vinicius no era justa y que la decisión del árbitro fue influenciada por el VAR. En este sentido, la clave ha estado en la interpretación del árbitro sobre la jugada, ya que si se hubiera determinado que el balón no estaba en juego, la sanción habría sido más drástica, impidiendo que el jugador participara en la Supercopa de España que se celebrará en Arabia Saudí.
Vinicius cumplirá su sanción en los próximos partidos de Liga contra la UD Las Palmas y el Real Valladolid, mientras que estará disponible para los últimos encuentros de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Sin embargo, el club madrileño tiene la intención de recurrir la decisión, argumentando que el árbitro no tuvo en cuenta las provocaciones previas del portero al brasileño. La situación sigue generando controversia, especialmente por el contexto de hostilidad que ha enfrentado Vinicius en sus visitas a Mestalla, donde ya fue víctima de episodios racistas en 2023. La defensa del jugador y de su club se mantiene activa, mientras esperan que la justicia deportiva revise la sanción impuesta.